EURATEX apoya que invertir en educación es hacerlo en «un pilar estratégico que Europa no puede seguir ignorando»

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EURATEX apoya que invertir en educación es hacerlo en "un pilar estratégico que Europa no puede seguir ignorando"
● El Intergrupo, respaldado por la Confederación Europea de Confección y Textiles (EURATEX) propone repensar el modelo educativo europeo para hacerlo más inclusivo, competitivo y resiliente.

● El próximo presupuesto plurianual de la UE marcará el futuro de la competitividad europea.

● Una llamada urgente del Parlamento Europeo a situar la educación y la formación en el centro de la estrategia comunitaria.

14 de julio de 2025

EURATEX apoya que invertir en educación es hacerlo en "un pilar estratégico que Europa no puede seguir ignorando"

A medida que la Comisión Europea avanza en la elaboración de su propuesta para el próximo Marco Financiero Plurianual (MFP) 2028–2034, el Intergrupo del Parlamento Europeo sobre el Futuro de la Educación y las Competencias lanza un mensaje claro y contundente: la educación y la formación deben dejar de verse como un gasto y pasar a ser consideradas una inversión estratégica prioritaria para el futuro de Europa, informan fuentes de EURATEX.

Una realidad preocupante: inversión insuficiente y falta de visión estratégica

Actualmente, el gasto público en educación y formación en la mayoría de los Estados miembros está por debajo del 5 % del PIB y representa menos del 20 % del gasto público total. Tras la pandemia de COVID-19, el sector educativo fue el más afectado en términos de recortes presupuestarios en comparación con otras áreas políticas. Esta tendencia amenaza con socavar la capacidad de la UE para afrontar con éxito los desafíos de la doble transición verde y digital, así como para competir a nivel global en un contexto geopolítico cada vez más exigente.

Los datos hablan por sí solos: por cada año adicional de formación, el retorno de inversión es de aproximadamente un 10 % en promedio, y en el caso de estudios superiores, los ingresos adicionales ascienden al 15 % para hombres y 18 % para mujeres en países de la OCDE. Sin embargo, la inversión no solo debe medirse en términos económicos. El fortalecimiento de las competencias es clave para la cohesión social, la participación democrática y la sostenibilidad medioambiental.

Una hoja de ruta concreta: propuestas clave para el MFP 2028–2034

El Intergrupo presenta una serie de recomendaciones ambiciosas y bien fundamentadas para que la educación y la formación ocupen el lugar que merecen en el próximo presupuesto plurianual de la UE:

  • Asignar al menos el 20 % del MFP a la educación y la formación, promoviendo una perspectiva transversal que abarque desde la educación infantil hasta el aprendizaje permanente.

  • Multiplicar por cinco el presupuesto del programa Erasmus+, como propuso Mario Draghi. Este programa no solo fomenta la movilidad y el sentido de identidad europea, sino que se ha convertido en un emblema de lo mejor que representa la UE. Un simple aumento al triple, como señala el Parlamento Europeo, apenas cubriría el alcance actual del programa, por lo que se considera insuficiente para los objetivos de la Unión de las Competencias y el Espacio Europeo de Educación. Se hace hincapié también en reforzar la participación de los estudiantes de formación profesional (VET), una dimensión aún infravalorada.

  • Compromisos nacionales mínimos del 5 % del PIB para educación y del 1 % para formación profesional, acompañados de una mayor flexibilidad fiscal en las normas de la UE que permita tratar estas inversiones estratégicas de forma más favorable.

  • Medidas estructurales complementarias, como el seguimiento de la inversión educativa en el marco del Semestre Europeo, el impulso de la excelencia en infraestructuras educativas y la promoción de centros de excelencia en formación profesional.

Redefinir la competitividad: hacia una Europa más inclusiva, verde y participativa

El documento no se limita a pedir más financiación: también propone un cambio de paradigma en cómo se concibe la competitividad. Esta debe trascender el mero crecimiento económico e integrar objetivos como la equidad educativa, la resiliencia democrática, la sostenibilidad y la igualdad de género.

Asimismo, se solicita una apuesta decidida por la educación no formal y el aprendizaje permanente, eliminando barreras para los adultos que desean acceder a formación. Herramientas como las cuentas individuales de aprendizaje (ILAs) pueden ofrecer soluciones eficaces para trabajadores que actualmente no reciben formación por parte de sus empleadores. Se plantea también la necesidad de co-crear políticas educativas con todos los actores sociales, incluyendo la ciudadanía, empresas, instituciones educativas y administraciones públicas.

Entre los ámbitos estratégicos a reformar se encuentran:

  • La equidad en el acceso y los resultados educativos.

  • La portabilidad y reconocimiento de títulos y competencias.

  • El desarrollo de competencias básicas.

  • La cooperación intersectorial en educación y formación.

Una visión de futuro compartida

El Intergrupo, respaldado por EURATEX y otras organizaciones clave, subraya que la transformación educativa debe construirse de manera participativa y sostenible. Esto no solo significa aumentar los recursos, sino repensar el modelo educativo europeo para hacerlo más inclusivo, competitivo y resiliente.

Como concluye el documento, “la educación no es un coste: es la inversión más estratégica que puede hacer Europa”. Si la UE aspira a liderar el cambio global, su próximo presupuesto debe reflejar esa realidad sin ambigüedades.

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