La industria europea del textil y la confección afronta uno de los periodos más complejos de la última década. Según el informe EU Textile & Clothing Industry Outlook 2024–2025, publicado por EURATEX, el sector se ve atrapado en un escenario económico adverso en el que la producción desciende, las importaciones crecen y la competitividad se erosiona rápidamente. Una combinación de factores —desde los altos costes energéticos hasta la fragilidad de la demanda y el avance de productos de bajo coste— ha configurado lo que la entidad describe como una “tormenta perfecta”.

Crecimiento económico moderado, pero un sector manufacturero debilitado

En 2024, la economía europea avanzó a un ritmo modesto, con un crecimiento del 1% del PIB, ligeramente por encima del 0,5% registrado el año anterior. A pesar de este repunte discreto, la industria manufacturera en su conjunto mostró un desempeño débil y desigual entre los distintos subsectores.

Uno de los indicadores más preocupantes fue la caída de la utilización de la capacidad industrial por debajo del 80% al cierre de 2024, un nivel que no se veía desde finales de 2020, cuando Europa aún lidiaba con las secuelas de la pandemia. A ello se suman factores que agravan la situación de la industria, como:

• Altos precios energéticos frente a competidores globales.

• Incógnitas geopolíticas y tensiones comerciales.

• Dificultades para atraer inversión en un entorno incierto.

2024: un año de retrocesos a lo largo de toda la cadena textil

En este contexto, el sector textil y de la confección de la UE registró un deterioro significativo en su actividad económica durante 2024. Los principales indicadores mostraron una tendencia negativa generalizada:

• La producción, la facturación y el empleo disminuyeron.

• Las exportaciones no actuaron como motor de crecimiento, afectadas por la baja demanda global y por problemas de competitividad.

• Las importaciones de países no pertenecientes a la UE aumentaron, ampliando el déficit comercial y elevando la presión sobre fabricantes europeos.

EURATEX advierte que este comportamiento contradice la ambición declarada de Europa de reforzar su resiliencia industrial. En lugar de avanzar hacia una reindustrialización, el continente corre el riesgo de desindustrializar su base textil y de confección.

Primer semestre de 2025: la situación sigue empeorando

Los primeros seis meses de 2025 no han traído alivio. Tanto en textiles como en confección, se registraron nuevos descensos en producción, facturación, empleo y exportaciones. El sector se enfrenta a vientos en contra persistentes:

• Debilidad del consumo.

• Competencia creciente de importaciones de bajo coste, reforzadas por canales de comercio electrónico.

• Menor valor exportado en mercados internacionales, debido a la caída de la demanda mundial.

• Un entorno económico volátil, marcado por conflictos en curso y grandes transiciones estructurales.

La cifra de negocio siguió en negativo en ambos subsectores, con un declive especialmente acusado en la confección, lo que apunta a una presión importante sobre los precios y los volúmenes de venta en la parte final de la cadena.

Comercio exterior: las importaciones suben, las exportaciones bajan

El déficit comercial continúa ampliándose. En 2025:

• Las importaciones volvieron a crecer, indicando cambios en los patrones de abastecimiento que favorecen productos terminados procedentes del exterior.

• Las exportaciones disminuyeron, especialmente en el segmento textil, reflejando la pérdida de cuota europea en mercados globales.

La caída interanual tanto en valores como en volúmenes evidencia una combinación de demanda internacional debilitada y competencia más intensa procedente de otras regiones.

La “tormenta perfecta”: energía cara, competencia desleal y un marco regulatorio incierto

El informe de otoño describe un escenario en el que diversas presiones se refuerzan mutuamente. En el ámbito de la moda, destaca un fenómeno especialmente dañino: el auge de plataformas online que venden productos de muy bajo valor sin controles efectivos de cumplimiento normativo, lo que perjudica de forma directa a los fabricantes europeos.

Otros elementos clave del deterioro competitivo incluyen:

• Costes energéticos elevados, pese a repetidas promesas políticas.

• Incertidumbre regulatoria: qué normativa aplica, cuándo y cómo.

• Necesidad de inversiones masivas para la transición digital.

• Desviaciones comerciales y distorsiones, con mayor presión de productos asiáticos.

• Preocupación por precios que no cubren ni el coste de las materias primas en ciertos insumos, como el poliéster, cuestionando si la competencia realmente es “libre y justa”.

EURATEX subraya además un problema estructural: las empresas que invierten en sostenibilidad y cumplimiento no reciben una recompensa proporcional del mercado, mientras que quienes externalizan costes medioambientalesobtienen ventajas de precio. Corregir este desequilibrio es esencial para restaurar la competencia justa.

Puntos de luz: segmentos que resisten e innovan

A pesar de la complejidad del panorama, el informe identifica áreas de crecimiento y resiliencia:

• Textiles de defensa y textiles médicos, con buena evolución.

• Reciclaje textil, impulsado por nuevas empresas emergentes que colaboran con marcas europeas.

• Innovación en:

  • Fibras de origen biológico.

  • Eficiencia en el uso del agua.

  • Reducción de emisiones de CO₂.

  • Sustitución de productos químicos tradicionales.

Estos avances demuestran que el sector está preparado para avanzar en la transición, siempre y cuando el entorno regulatorio y de mercado facilite la inversión y la ampliación de capacidades.

Qué necesita el sector: reglas claras, competencia justa e incentivos a la innovación

Para revertir la tendencia actual, EURATEX señala tres prioridades fundamentales:

1. Garantizar igualdad de condiciones, mediante cumplimiento normativo efectivo y competencia justa tanto en mercados online como offline.

2. Recompensar la producción sostenible y conforme a las normas, en lugar de penalizarla con sobrecostes que no sufren los productos importados sin garantías.

3. Estimular la innovación y el emprendimiento, especialmente en reciclaje, nuevos materiales y eficiencia industrial.

Solo con este marco, afirma la organización, Europa podrá reconstruir su capacidad productiva, reforzar la competitividad y asegurar que la transición ecológica y digital sea una oportunidad y no una amenaza.