Así las cosas, Euratex alerta de que la existencia misma de la industria europea está en juego y con ella la agenda europea de sostenibilidad, y la capacidad de Europa para implementarla. Además, Europa perderá su autonomía estratégica, que garantiza que los bienes y servicios esenciales estén disponibles en el mercado interior europeo. Si continuamos por este camino, la UE pronto dependerá totalmente de las importaciones extranjeras sin apalancamiento para implementar su agenda de sostenibilidad, y mucho menos para liderar la transición a una economía circular en el escenario internacional.
En la actualidad, la industria de la UE se enfrenta a una feroz competencia internacional con la industria de China, India y los Estados Unidos, que trabaja a precios de la energía de alrededor de 10 dólares/MWh. Además, estos competidores se están beneficiando de los altos subsidios de sus propios gobiernos: el despliegue del plan de subsidios industriales de 369 millones de dólares estadounidenses es solo el último ejemplo.
El director general de EURATEX, Dirk Vantyghem, cree que «mientras que la industria de la UE está bajo una presión inmensa y sin precedentes, un límite de precios de 275 €/MWh no tendría sentido: la industria europea sería expulsada permanentemente del mercado. La industria está en el corazón del estilo de vida europeo y de la fundación de nuestra economía social de mercado. La UE debe salvar a su industria para salvar a Europa. El momento de actuar es ahora».