La Confederación Europea de la Industria Textil y de la Confección (EURATEX) ha firmado, junto a destacadas organizaciones empresariales europeas e internacionales —entre ellas amfori, DIGITALEUROPE, EuroCommerce y FoodDrinkEurope—, una declaración conjunta dirigida a los responsables políticos de la Unión Europea. El documento reclama seguridad jurídica, coherencia normativa y simplificación administrativa en el marco de las nuevas políticas de sostenibilidad corporativa que la UE está a punto de adoptar.
El comunicado, titulado “Business Call to EU Policymakers for Legal Certainty”, hace referencia a la fase final del paquete legislativo Omnibus I, que agrupa diversas reformas relacionadas con la sostenibilidad empresarial, la diligencia debida y la transparencia corporativa. En particular, las organizaciones empresariales muestran su apoyo al acuerdo de compromiso alcanzado por el Parlamento Europeo respecto a dos normas clave: la Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) y la Directiva sobre Diligencia Debida en Sostenibilidad Corporativa (CS3D).
Un enfoque basado en el riesgo y la proporcionalidad
Las entidades firmantes subrayan la necesidad de que el marco regulatorio europeo mantenga un enfoque basado en el riesgo (risk-based approach), que priorice los impactos reales y relevantes sobre las meras exigencias formales o burocráticas. Según el comunicado, el objetivo debe ser promover una transformación sostenible significativa, no incrementar la carga administrativa de las empresas, especialmente de las pymes, que constituyen el grueso del tejido productivo europeo.
EURATEX, que representa a más de 192.000 empresas textiles y de confección en toda Europa, destaca que la competitividad industrial y la sostenibilidad no son objetivos contrapuestos, sino complementarios, siempre que las políticas europeas se diseñen con claridad jurídica, previsibilidad y simplicidad administrativa.
En este sentido, la organización insiste en que la futura legislación europea sobre sostenibilidad empresarial debe:
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Evitar la fragmentación regulatoria, garantizando una interpretación y aplicación uniforme de las normas en todos los Estados miembros.
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Ofrecer plazos y requisitos realistas, especialmente para las pymes, muchas de las cuales aún carecen de recursos suficientes para adaptarse a los complejos sistemas de reporte y verificación.
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Asegurar la coherencia entre las distintas directivas, evitando duplicidades entre la CSRD, la CS3D y otras regulaciones ambientales, sociales y de gobernanza (ESG).
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Fomentar la cooperación público-privada para mejorar la trazabilidad, el impacto social y la gestión responsable de las cadenas de suministro sin obstaculizar la innovación o la internacionalización de las empresas.
Llamamiento a un acuerdo político estable
Las organizaciones firmantes —que representan a sectores tan diversos como la tecnología, la alimentación, el comercio y la industria textil— instan a las instituciones europeas a alcanzar un acuerdo político estable que garantice la seguridad jurídica necesaria para invertir y operar en Europa.
El texto subraya que las empresas europeas están plenamente comprometidas con la sostenibilidad, pero necesitan un marco previsible y coherente que les permita actuar con responsabilidad sin quedar atrapadas en un entorno de incertidumbre normativa o sobrecarga burocrática.
“La estabilidad regulatoria es esencial para que las empresas puedan cumplir eficazmente con los objetivos sociales y medioambientales que promueve la Unión Europea”, señala el comunicado. Solo así, afirman los firmantes, será posible consolidar una transición justa y competitiva que refuerce el liderazgo de Europa en materia de sostenibilidad empresarial.
El reto de equilibrar sostenibilidad y competitividad
El llamamiento de EURATEX y sus socios refleja una preocupación compartida por numerosos sectores industriales europeos: la dificultad de equilibrar la ambición climática y social con la realidad operativa de las empresas.
El exceso de complejidad normativa, la proliferación de requisitos de información y la falta de coordinación entre instituciones nacionales y europeas podrían, según advierten, ralentizar la transición verde en lugar de impulsarla.
Por ello, la declaración conjunta no pretende debilitar los objetivos de sostenibilidad, sino hacerlos viables: dotar al sector empresarial de un entorno regulatorio estable, claro y proporcional, que permita a las compañías innovar, invertir y cumplir con sus obligaciones de manera efectiva y medible.
En definitiva, la iniciativa impulsada por EURATEX y las principales organizaciones empresariales europeas es una llamada a la responsabilidad institucional.
Europa se enfrenta al reto de consolidar su liderazgo global en sostenibilidad, pero, como recuerda la declaración, “solo con seguridad jurídica y un marco legislativo claro las empresas podrán contribuir plenamente a ese objetivo común”.















