Productos innovadores en nichos específicos (con base textiles técnicos en aplicaciones industriales, energía y agua, alimentación, transporte, seguridad, defensa o salud), bienes de consumo de una alta calidad (en moda, hogar u otros) y/o productos textiles más sostenibles (aportando fibras recicladas, fibras renovables o bien de bajo impacto ambiental) se configuran -de acuerdo con la Hoja de Ruta publicada- como segmentos prometedores del ecosistema europeo textil, con fuertes imbricaciones con otros ecosistemas industriales, comerciales y servicios, y que cuenta con empresas líderes en moda, calidad, creatividad, sostenibilidad y nichos de alto valor añadido tecnológico y con cadenas de valor profusamente globalizadas.
En marzo de 2020 la Comisión Europea adoptó una Nueva Estrategia Industrial para Europa que -tras el impacto pandémico sobre las cadenas de suministro globales- actualizó en mayo de 2021 señalando la necesidad de acelerar la doble transición verde y digital de la Industria incrementando, al mismo tiempo, su competitividad y resiliencia bajo principios de autonomía estratégica abierta. En ese mismo documento estratégico se identificaba a los textiles por su elevado potencial para su transición hacia modelos de negocio, consumo y producción más circulares y sostenibles en coherencia con el Plan de Acción Europeo para una Economía Circular adoptado también en marzo de 2020.
El informe realizado a propuesta de la DG GROW (Dirección General de Industria, Mercado Interior, Emprendimiento y PYMES) de la Comisión Europea, si bien no es un posicionamiento oficial, es el resultado del proceso de estudios, consultas públicas y talleres con grupos de interés iniciado en marzo de 2022.
Esta Hoja de Ruta incluye hasta 50 acciones propuestas por los diferentes grupos de interés participantes -y entre ellos EURATEX y Consejo Intertextil Español- para alcanzar los objetivos de transición de la Industria textil europea acordes con la Estrategia 2030 impulsada por la Comisión Europea desde marzo de 2022. Y por su propio carácter dinámico sigue abierta a nuevas aportaciones.
Acciones
Las acciones que recoge el informe publicado en junio se estructuran en diferentes bloques incluyendo desarrollos regulatorios en curso, programas para el financiamiento e infraestructuras soporte europeas para el ecosistema. Y, entre otras acciones, el Observatorio Textil y Moda señala las siguientes:
- Para hacer frente a los retos en materia de competitividad y sostenibilidad se proponen acciones para incentivar el consumo de textiles sostenibles (incluyendo compra pública), promocionar globalmente el respeto a los derechos humanos y el medioambiente, extender la vigilancia de mercado tanto en frontera como en puntos de venta, reforzar la protección de los derechos de propiedad intelectual, impulsar la doble transición verde y digital del ecosistema textil y facilitar los procesos de adaptación, cooperación y crecimiento de las PYMES a través de redes, plataformas e infraestructuras orientadas a la gestión del conocimiento.
- Para impulsar la investigación, desarrollo e innovación, la adopción de tecnologías y la aportación de nuevas soluciones (técnicas) al progreso empresarial se proponen medidas en esas áreas incluyendo, también, acciones específicas dirigidas a favorecer aspectos tales como la creatividad, circularidad y sostenibilidad en productos, procesos y modelos de negocio, así como para facilitar las inversiones en digitalización y, también, la formación en competencias profesionales.
- Y para facilitar el desarrollo de las tecnologías, procesos y activos necesarios para incentivar el uso de los materiales reciclados en la Industria se propone -entre otras acciones- aportar mayor financiación público-privada al desarrollo de estas tecnologías, impulsar los procesos de trazabilidad en las cadenas de reciclado y favorecer la localización de estas plantas cerca de los clusteres industriales.
El Observatorio Textil y Moda -en estrecha colaboración con sus organizaciones fundadoras Confederación Moda España y Consejo Intertextil Español- tiene entre sus objetivos que el ecosistema textil español profundice en su circularidad, que tecnologías, procesos y activos que deban ponerse en juego para ello sean óptimos -incluyendo la propia adaptación de la Industria manufacturera a las nuevas fibras recicladas o de bajo impacto medioambiental cuando así lo permitan sus especificaciones técnicas- y que España se convierta en un centro europeo de referencia de la Industria textil de cabecera derivada de estos procesos.