Claves de la revisión de la Directiva Marco de Residuos

La nueva regulación pretende introducir medidas para fomentar la gestión eficiente de los residuos textiles, promoviendo su recogida, clasificación y reciclaje. Entre los puntos más relevantes se encuentran:

• Responsabilidad ampliada del productor (RAP): Los productores serán responsables de la gestión de los residuos textiles financiando recogida y tratamiento.
• Tasa ambiental diferenciada: Los Estados miembros podrán ajustar las tasas según la durabilidad y el tiempo de uso de los productos.
• Condiciones de competencia equitativas: Se incluye a todos los productores para que la transición hacia esta mayor circularidad sea un proceso homogéneo.
• Plazos para adaptación: Si bien las microempresas contarán con un año adicional para su cumplimiento (tres años y medio tras la entrada en vigor de la norma).

La Comisión se encargará de la revisión y evaluación de diversos aspectos de la Directiva Marco, como por ejemplo la financiación de los programas de responsabilidad ampliada del productor, y los posibles objetivos en relación con los residuos de productos textiles a más tardar en 2029.

España ante el nuevo marco regulador

El desarrollo normativo de la RAP en textiles -cuyo proceso de información pública se prevé que se dé inicio próximamente- será el encargado de recoger el contenido de esta Directiva a escala nacional. Si bien, la Industria ya está tomando la delantera a través de iniciativas voluntarias como RE-VISTE, un Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) que agrupa a empresas del sector para desarrollar soluciones conjuntas en la recogida, clasificación y reciclaje de residuos textiles. Sus experiencias sentarán las bases de un ecosistema más preparado para cumplir con las exigencias de la Directiva y explorar modelos de negocio alineados con la economía circular.

No obstante, la adaptación a la RAP no está exenta de desafíos. Para muchas empresas, especialmente pequeñas y medianas, la incorporación de estos nuevos mecanismos supondrá un esfuerzo adicional.

Una  implementación eficaz, eficiente y adaptable de esta normativa exigirá:

• Estrategias de ecodiseño, priorizando la durabilidad, reutilización y reciclabilidad de sus productos.
• Sistemas de recogida eficientes, que permitan gestionar en el medio y largo plazo volúmenes significativos de residuos.
• Colaboración entre actores clave del sector, desde marcas hasta recicladores para optimizar recursos y crear sinergias que faciliten la transición.