El Parlamento Europeo aprobó en el Pleno este pasado 1 de junio su Informe sobre la Estrategia de la UE para la circularidad y sostenibilidad de los productos textiles, presentada por la Comisión Europea en marzo de 2022, y que contempla la producción y consumo de textiles plasmando los compromisos del Pacto Verde Europeo, el Plan de Acción Europeo para la Economía Circular y la Estrategia Industrial.
La propuesta de la Comisión pretendía que los productos textiles comercializados en el mercado europeo sean más duraderos, reparables, reutilizables y reciclables, y que, a su vez, sean fabricados en gran parte a base de fibras recicladas, que estén libres de sustancias peligrosas y que sean producidos con respeto a los derechos sociales y el medio ambiente.
Al mismo tiempo, perseguía transformar la Industria -de una forma equilibrada- en un sector más ecológico, competitivo y resistente a las perturbaciones globales. Sin embargo, para EURATEX, patronal europea en la que se engloba también el Consejo Intertextil Español, “el informe del Parlamento no ha respetado el necesario equilibrio entre sostenibilidad y competitividad (…) sino que (…) sugiere aún más reglas y restricciones, haciendo caso omiso de los desafíos económicos actuales, causados por los altos precios de la energía, la pérdida de confianza del consumidor y los socios comerciales asertivos”. De igual modo la patronal europea de calzado, CEC, se ha ido sumando a esas críticas señalando, además, “las particularidades del calzado más allá del concepto textil en el que se engloban”. El texto legislativo deberá consensuarse de forma previa a su publicación definitiva.
Entre las principales medidas que proponía el texto de marzo del 2022 se encuentran las de:
- establecer requisitos de diseño para los productos textiles a fin de que sean más duraderos y fáciles de reparar y reciclar (alargamiento del ciclo de vida del producto);
- introducir información más clara y veraz sobre los productos textiles y un pasaporte digital de productos; empoderar al consumidor garantizando la exactitud de las información aportada por las empresas;
- poner fin al exceso de producción y consumo y disuadir de la destrucción de textiles no vendidos o devueltos; armonizar las normas de la UE sobre Responsabilidad Ampliada del Productor para los textiles y sus incentivos económicos para hacer más sostenibles los productos;
- abordar la liberación no intencionada de microplásticos procedentes de productos textiles; afrontar los retos de la exportación de residuos textiles a países terceros; adoptar nuevas herramientas contra la falsificación;
- y definir un plan de acción para que los operadores del ecosistema textil lleven a buen término la transición ecológica y digital y lo hagan más resiliente.
En paralelo a este texto comunitario vienen desarrollándose legislaciones europeas que, con carácter transversal o específico -incluso como desarrollos posteriores- para productos textiles, darán soporte a esta Estrategia. Y, entre las mismas, las Directivas -y/o modificaciones sobre anteriores directivas- en materia de Residuos, Emisiones, Diligencia Debida o Etiquetado ecológico que deben transponerse a las legislaciones de los Estados Miembro, así como Reglamentos para, por ejemplo, Productos Sostenibles (Ecodiseño), Sustancias Químicas, Traslado de Residuos o Etiquetado de Productos Textiles cuya aprobación -y la de sus actos delegados posteriores- supone su obligado cumplimiento por los Estados desde el mismo momento en que se producen.
Y, por otra parte, la Comisión mantiene abierto su proceso de consulta para impulsar la Hoja de Ruta para la Industria textil. En opinión de los principales agentes económicos de esta Industria “el plan de acción debería reducir cargas, facilitar la sostenibilidad y mejorar la competitividad internacional del sector” con acciones para: impulsar entre las empresas la investigación, el desarrollo y la innovación, nuevas inversiones en tecnología, el ecodiseño en la estrategia empresarial y la formación específica en economía circular; facilitar la adopción de las tecnologías digitales por el conjunto de sus cadenas circulares; y favorecer la inversión en nuevas capacidades de recogida, preparación y reciclado tanto mecánico como químico.
Desde el Observatorio del Textil y la Moda vienen trasladándose a las diferentes administraciones nacionales y europeas -en estrecha colaboración con las organizaciones empresariales españolas que lo constituyen, el Consejo Intertextil Español y la Confederación Moda España, y europeas relacionadas como EURATEX o la EBCA- las principales preocupaciones, prioridades e intereses en materia de unidad de mercado, armonización europea, consumidores concienciados, adaptación progresiva sectorial, competitividad internacional y fondos dedicados para el buen fin de los objetivos establecidos. Y, en general, reclama más estabilidad regulatoria (en ritmo legislativo acompasado), seguridad jurídica (en tiempo maduración inversiones) y calidad normativa (mediante colaboración público-privada).
