Estas palmeras originarias del sudoeste de Estados Unidos poseen un poder de climatización único.
Crecen habitualmente en los Estados del Sur, pero han llegado a cultivarse en lugares más al Norte, incluso soportando las temperaturas frescas de Pensilvania.
Sus hojas afiladas y alargadas se manifiestan en el tacón más cómodo de la temporada para conferir un poder único de adaptación a quien los viste.











