La impresión 3D comenzó a despuntar en los años 80. Sin embargo, no ha sido más de cuatro décadas después cuando su utilidad en el mundo de la moda se toma en serio. Marcas como Nikeo Adidas ya han desarrollado algunos productos mediante esta técnica, pero los avances tecnológicos y la investigación de materiales ha reforzado su posición como herramienta clave para el futuro.
“La moda 3D permitirá poder imprimir ropa en casa en un futuro”, explica Estel Vilaseca, Head of Fashion de la escuela de diseño y artes visuales LCI Barcelona. “Aunque aún hay que avanzar mucho, es un escenario que será real en no mucho tiempo”, indica la profesional. Y es que, al igual que las impresoras 3D ya están presentes en muchas viviendas, que se destinen al mundo de la moda también será un hecho”.
El uso de esta herramienta en el sector tiene numerosos beneficios, según indican. Uno de ellos es el de impulsar la sostenibilidad del mercado. “Imprimir ropa o accesorios a través de impresoras 3D reduce los desperdicios de tejidos, así como los errores de patronaje, por lo que puede ser muy beneficioso”, indica Vilaseca. “Pero, además, la investigación que está habiendo en cuanto a los materiales que se usan también permite crear ropa más sostenible”.
De hecho, expertas como Julia Koerner confían en que la ropa ya usada y sin vida útil pueda reutilizarse como material para utilizar en las impresoras 3D, lo que crearía un círculo en cuanto al uso de materiales. “Sería, por ejemplo, como ‘fundir’ la ropa que ya no se usa y, con ella, volver a hacer ropa nueva”, explican desde LCI Barcelona.
Hoy en día, de hecho, ya hay grandes nombres ligados a la moda 3D como Daniel Peteg o Iris Van Herpen. Incluso la marca Comme des Machines, dirigida por españoles, se ha ganado un sitio en el mercado.
Sin embargo, la moda 3D no solo sería beneficiosa para la sostenibilidad del sector, también para crear colecciones más inclusivas para todos los cuerpos y adaptadas a diferentes públicos. “Va a permitir crear diseños muy diversos y específicos para cada cuerpo sin tanto trabajo”, concreta Vilaseca. Además, ya se cuenta con el apoyo de la moda digital, que permite simular digitalmente cómo se vería una prenda en un cuerpo y en otro completamente opuesto.
Por último, la moda 3D es todo un impulso para los diseñadores y la creatividad. “Es algo que muchas veces se olvida al hablar de los procesos de la moda, pero es fundamental. Todas estas innovaciones dan más herramientas para que los diseños crezcan y se diversifiquen sin invertir tanto tiempo. Una prenda puede estar customizada al detalle gracias a estas soluciones y una, que puede parecer idéntica, tener un detalle diferenciador”.
LCI Barcelona
LCI Barcelona es la Escuela de Diseño y Artes Visuales más internacional de la ciudad, una de las 12 destacadas instituciones de enseñanza superior que LCI Education tiene repartidas en los 5 continentes. Moda, Gráfico, Interiores, Producto, Animación, Videojuegos y Fotografía. Su multiverso creativo 100% conectado con el mundo de la empresa y lleno de sinergias entre áreas permite a estudiantes de todo el mundo convertirse en profesionales competitivos y desarrollar su carrera sin dejar de ser ellos mismos.