Y es que, tras el evidente crecimiento del sector calzado riojano en materia de exportación, de enero a octubre de 2014 se alcanzó la cifra de 155,4 millones de euros, y con su fuerte vocación emprendedora, “empezaba a ser necesario alcanzar esa competitividad generada por el incremento de valor”, afirma Oñate. La herramienta para tal fin llegó en 2007 con la puesta en marcha del CTCR, consolidándose en el 2010, gracias, en parte a la investigación interna y los servicios competitivos ofrecidos a las empresas. Tras ello, la segunda etapa, 2011-2014, llega de la mano de un cambio de modelo, más especializado, pero sobre todo, menos dependiente de los fondos públicos, logrando aumentar su independencia, y concretamente, pasando del 82% de subvención no competitiva, en 2007, al 23% en 2014.
“La fase del crecimiento, 2015-2017, motivará un crecimiento exponencial de la actividad del propio centro”, ha destacado Oñate. El CTCR centrará sus esfuerzos en 4 áreas: Nuevas Tecnologías (TIC´s), Electrónica y Automática, Nanotecnología y sus aplicaciones vinculadas al desarrollo de materiales, así como Medio Ambiente y todo lo referente a su ámbito ecológico y sostenible.
Cabe destacar algunos de los últimos proyectos en desarrollo, como el nuevo calzado de uso profesional totalmente conductor; nuevo calzado para ciclistas que permite monitorizar el rendimiento del deportista; la primera flip-flop con suela fabricada íntegramente a partir de residuos de neumático, sin necesidad de emplear aglomerantes, ni otro tipo de materiales; aditivos desarrollados para reducir el daño causado por la luz ultravioleta en gomas blancas de calzado o una nueva máquina para ensayo de confort térmico que va más allá de los ensayos existentes en la normativa de certificación.
El sector del calzado riojano, sigue en alza, creciendo a buen ritmo y destacando por su alto valor añadido, generado, sobre todo, por el Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja. Además, presume de haber contado con el apoyo del Gobierno de La Rioja a través de un convenio de colaboración entre la ADER y la Asociación para la Promoción, Investigación y Desarrollo e Innovación Tecnológica de la Industria del Calzado y Conexas de La Rioja (ADIPIT) para fomentar la competitividad de las empresas del sector. El CTCR se convierte así, en el aliado estratégico perfecto para una industria potencialmente innovadora.