En España hay un tejido económico de casi 19.000 empresas dedicadas al comercio textil. De acuerdo con los datos que ofrece Insight View, el 25% de estas empresas se encuentra en un nivel máximo o elevado de impago. Según los datos patronales, el sector textil ha cerrado 2023 con un crecimiento inferior al esperado, en el entorno del 2,8%. Desde hace meses el consumo textil se está ralentizando ante la reducción de la renta disponible provocada por la inflación.
En el último ejercicio se observa una caída significativa de los márgenes comerciales de las tiendas de ropa. El plazo medio de aprovisionamiento, que muestra los días que permanecen las existencias en la empresa, alcanza los 101 días. El sector muestra una fuerte atomización con solo un 3% del tejido compuesto por medianas y grandes empresas.
De acuerdo con los datos que ofrece Insight View, los comercios textiles se concentran en las provincias de Madrid (14%) y Barcelona (14%), seguidas por Valencia (5%), Baleares (5%), Alicante (5%), Málaga (4%), y Sevilla (3%) De las siete primeras provincias del sector, Málaga presenta el mayor deterioro del riesgo de crédito: el 37% de las empresas se encuentra en un nivel máximo o elevado de impago. Le siguen Sevilla (34%), Madrid (33%), Barcelona (26%), Baleares (25%), Valencia (22%) y Alicante (20%).
Solo el 14% de las empresas del sector cuenta con más de 25 años y un 46% más de 15. La antigüedad es un factor relevante en el riesgo de crédito del sector: entre las empresas que se encuentran en su primera década, el 38% se encuentra en un nivel máximo o elevado de impago. Este porcentaje cae sensiblemente, hasta el 17%, entre las empresas entre los 11 y los 25 años pero se eleva al 23% entre las de más de 25.