La localidad de Brihuega, en Guadalajara, y su campo de lavanda, uno de los más importantes de Europa, son el escenario de una jornada muy especial donde se muestra el secreto del equilibrio entre potencia y elegancia que atesora Numanthia, el vino emblemático de la bodega.
Rodeados de aromas florales y frescos y en medio de “la Provenza española”, el perfumista de Loewe, Emilio Valeros, y el enólogo de Bodega Numanthia, Jesús Jiménez, celebran una cata conjunta donde los aromas de Numanthia 2015 se diseccionan como si de la paleta de un pintor se tratara. Cada elemento, cada vino que forma parte del assemblage de Numanthia se ha elegido tras un minucioso proceso de cata que, del mismo modo que el perfumista incorpora un aroma u otro al resultado final, formará parte de un conjunto complejo, equilibrado, profundo, con una gama interminable de aromas y una estructura potente y marcada, con el equilibrio perfecto y la capacidad de pervivir en el tiempo que todo gran vino requiere.
La añada 2015 de Numanthia es fruto de esa combinación de vinos diferentes, que en la bodega han sido vinificados por separado para conocerlos a fondo y escoger si formarán parte o no del vino final y en qué proporción.
Numanthia 2105 procede de viñedos entre 50 y 100 años repartidos por las zonas de Valdefinjas, Morales de Toro, Toro y Venialbo y se elabora de forma artesanal. Pasa 18 meses en barrica y dos años en botella.
Es potente, intenso en nariz, fresco y sedoso, frutal, con notas de mora, frambuesa y cereza, especiado y con aromas de menta. De entrada firme en la boca, armonioso, equilibrado, estructurado, corpulento y profundo, de final largo y con sabores de especias.