El sector italiano de maquinaria para la industria del calzado, la marroquinería y la curtiduría ha cerrado el año 2024 con una disminución del 12 % en su facturación, situándose en torno a los 575 millones de euros. La cifra, reflejo de un entorno internacional incierto y de una caída de inversiones en la cadena de valor de la moda, fue presentada en la Asamblea General de Assomac, celebrada en el distrito de innovación Kilometro Rosso de Bérgamo.

Una crisis profunda, pero no irreversible

La reducción afecta tanto al mercado interno, lastrado por el freno en los planes de inversión de las empresas de moda, como a las exportaciones, inmersas en un panorama global marcado por la inestabilidad geopolítica, la inflación, la caída del consumo y nuevas barreras comerciales.

«Nuestro sector atraviesa un momento de profunda dificultad, pero no es un destino sellado», declaró Mauro Bergozza, presidente de Assomac. «La calidad de nuestras tecnologías, el saber hacer italiano y nuestro empuje innovador deben convertirse nuevamente en motores de competitividad. Para ello, necesitamos inversión en digitalización, automatización, sostenibilidad y, sobre todo, una visión compartida entre empresas, instituciones y el sistema educativo e investigador».

Italia resiste en el segmento de alta tecnología

A pesar del retroceso, Italia conserva un sólido liderazgo mundial en los segmentos tecnológicos de mayor valor. En 2024, el país ha mantenido el 30 % de la cuota global de exportación del sector. Destacan especialmente las máquinas para curtiduría, con un 52 % del total mundial, y las de marroquinería, con un 35 %. El segmento más castigado ha sido el de calzado, que cae al 12 %, en parte por el creciente dominio de China en el mercado asiático.

Diálogo europeo para la reconstrucción industrial

Bajo el lema “Crecimiento, colaboración e innovación para la industria europea de la moda”, la Asamblea de Assomac reunió a figuras institucionales y académicas como Maurizio Tarquini (Confindustria), Maurizio Forte (ICE) y Giuliano Noci (Politécnico de Milán).

El encuentro abordó temas clave como la necesidad de preservar la neutralidad tecnológica para mantener viva la mediana tecnología, vital para una transición sostenible en la moda; el refuerzo de sinergias público-privadas; y la urgencia de articular una estrategia europea común para revalorizar la identidad manufacturera del continente.

Prioridades: financiación, exportación, formación

Entre las prioridades marcadas: facilitar el acceso a financiación preferente (especialmente a través de Industria 5.0), apoyar la internacionalización hacia mercados clave como África, India, Sudeste Asiático y Sudamérica, fomentar la formación técnica y acelerar los procesos de digitalización.

La competitividad, según lo subrayado, no se alcanzará en solitario: es necesario tejer redes entre empresas, moda, investigación y asociaciones, creando un ecosistema industrial fuerte y con voz propia en Europa.

Unir fuerzas para competir

«Agruparse para competir ya no es una opción, es una necesidad», sentenció Bergozza. «Tenemos que construir un sistema donde las empresas estén respaldadas no solo tecnológicamente, sino también por infraestructuras, políticas industriales y relaciones internacionales. Italia puede y debe recuperar el protagonismo. Pero para lograrlo hacen falta cohesión, inversiones y una visión a largo plazo. El momento de actuar es ahora».

Assomac

Assomac es la Asociación Nacional de Fabricantes Italianos de Maquinaria y Accesorios para Calzado, Marroquinería y Curtiduría. Fundada en 1982, reúne a más de 130 empresas que exportan a más de 130 países. Promueve la excelencia tecnológica del Made in Italy, fomenta el acceso a nuevos mercados y apoya la innovación sostenible, con el objetivo de convertirse en una plaza tecnológica de referencia internacional.