La segunda de las líneas traslada a Deauville, la capital del polo y el lujo campestre francés. Con tejidos como la pana, presente en pantalones y blazers, o la lana de calidad, en americanas de cuadros y pantalones, Cremieux vuelve a reafirmarse como la única firma de lujo premium francesa de moda casual. Componen la colección jerséis y chaquetas en lana jaspeada con detalles en las coderas, chalecos que unen el punto con texturas técnicas y combinaciones que huían de las estridencias.
Por último, la tercera línea se inspira en Bretaña. El azul índigo fue el color principal de las prendas, entre las que no faltan chaquetas de pana ni jerséis de confortable lana. Piezas propias de un otoño junto a una naturaleza que no da tregua y exige confortabilidad y calidad, de ahí los foulares reversibles, los pantalones cargo o los abrigos cortos de cashmere.
Una temporada más, comprobamos que, Cremieux es único a la hora de crear un estilo único tomando referencias del lujo francés y del cosmopolitismo de Nueva York. Un puente sobre el Atlántico en forma de colección impregnado por el ‘savoir faire’ de la Costa Azul que ha brillado como nunca en nuestro país.