Bajo el mismo concepto que estéticas virales popularizadas por TikTok como el ‘office siren’, la ropa para ir a trabajar se posiciona como uno de los focos de atención de la moda. Todas estas, en las que también se encuentra el conocido como ‘corpcore’, nos hace prestar una mayor atención a nuestro armario y esas piezas que incluimos en los looks de oficina. Con ambos, se introduce una mentalidad de productividad en la que la moda cumple un papel performático muy importante: cuanto más nos preparemos cada mañana para ir a cumplir con nuestras funciones empresariales, mejor trabajaremos.

La estética y la moda de los ejecutivos de los años 90 revive, al recoger lo más destacado de sus siluetas y de la vestimenta más típica para ir a la oficina. Entre ellas, encontramos inspiración sartorial de los trajes con hombreras, las faldas midi, las camisas con botones o las blazers, todas ellas a través de una lente seductora que la hace mucho más atractiva y menos aséptica de lo que era originalmente.

El máximo ejemplo de la estética, que encontramos en la película ‘El diablo viste de Prada’, se encuentra con Gisele Bündchen y unas gafas bayonetta que no han parado de crecer en popularidad. De este modo, aunque la estética se centre precisamente en el mundo del trabajo, también ha encontrado un hueco fuera de él, con un ‘street style’ que viene marcado por figuras como Bella Hadid y los desfiles de firmas como Miu Miu o Prada.

A raíz de esto, las interpretaciones en redes sociales (las verdaderas causantes de la tendencia) son infinitas e incluyen cada vez más un foco especial en el calzado. Sobre todo, en aquel que, al igual que lo incorpora la firma Hispanitas, tiene múltiples opciones de color rojo.

La primera opción, y también la más viral de todas ellas, se trata de las bailarinas. Un calzado cómodo que se rescató recientemente y que muchas no se planteaban incluir en los estilismos desde la infancia. Volviendo así a un zapato cómodo, que se ajusta perfectamente a quien las lleva y que es además fácil de combinar. Aquí, las opciones con lazos o con acabados satinados ganan.

Por otro lado encontramos los stilettos y los mules, con una pequeña elevación que aporta unos centímetros de más a nuestra altura y un efecto estilizado, idóneo para combinar con faldas largas o minifaldas, al más puro estilo Miu Miu. En caso de que este efecto quiera maximizarse, también pueden incluirse zapatos con un mayor tacón y que se mezclen con otras tendencias, como las flores tridimensionales trasladando los jardines a nuestra ropa.