A raíz de lo creado para la primera colección, en este segundo proyecto se han creado una colección sumamente rompedora, al más puro estilo de Shayne Oliver, pero decididamente menos extrema, siguiendo el estilo de Colmar. El resultado son productos extremadamente interesantes en cuanto a sus líneas de diseño que entrega entra en la tienda a partir de mediados de enero. Se trata, de hecho, de una colección más «ligera» no solo desde el punto de vista de los materiales y tejidos utilizados, sino también por los pesos y formas.
Las prendas son fuertemente de estilo urbano, con formas agrandadas, pero no exasperadas. Los materiales son el nailon fruncido y ligero, el algodón, el tejido de punto y el tejido polar. Hay plumíferos y chaquetas de primavera, sudaderas y camisetas; los colores son básicos: blanco y negro combinados con baby pink y azul bebé para determinar cómo de importante es el aspecto agender y unisex en la visión del diseñador.
El leitmotiv que une el primer proyecto con el segundo sigue siendo la reinterpretación de la herencia de Colmar con el código estilístico de Shayne Oliver. También en este caso, para las fotos, confiamos en la elegancia de Jordan Hemingway, que comprende perfectamente el mundo underground de Shayne y la filosofía de Colmar combinándolos en fotos decididamente perfectas (y con botas de vaquero).
A la espera de ver cuál será la mejora adicional que se realizará para el lanzamiento número tres, el último de los vínculos entre estos dos mundos, tan opuesto entre sí y tan atrayentes el uno para el otro.
Las prendas son fuertemente de estilo urbano, con formas agrandadas, pero no exasperadas. Los materiales son el nailon fruncido y ligero, el algodón, el tejido de punto y el tejido polar. Hay plumíferos y chaquetas de primavera, sudaderas y camisetas; los colores son básicos: blanco y negro combinados con baby pink y azul bebé para determinar cómo de importante es el aspecto agender y unisex en la visión del diseñador.
El leitmotiv que une el primer proyecto con el segundo sigue siendo la reinterpretación de la herencia de Colmar con el código estilístico de Shayne Oliver. También en este caso, para las fotos, confiamos en la elegancia de Jordan Hemingway, que comprende perfectamente el mundo underground de Shayne y la filosofía de Colmar combinándolos en fotos decididamente perfectas (y con botas de vaquero).
A la espera de ver cuál será la mejora adicional que se realizará para el lanzamiento número tres, el último de los vínculos entre estos dos mundos, tan opuesto entre sí y tan atrayentes el uno para el otro.













