Con esta nueva plantación Chiruca ha conseguido ya la cifra de 20.000 árboles plantados. En esta ocasión, al tratarse la zona reforestada de una zona con barrancos y zonas sombrías, se han plantado encina, roble, cerezo silvestre, maguillo, serbal, arce, almez y pino piñonero… una amplia variedad de especies que ayudarán a la biodiversidad del terreno.
Según palabras del responsable de Calidad y Medio Ambiente de Chiruca, Jorge Orío, persona que coordina la plantación, la huella de carbono es “una manera de medir el CO2 que se vierte a la atmósfera”, y “plantamos árboles para que absorban ese CO2 y compensar así lo emitido en el proceso de fabricación de las botas“, poniendo de relieve la importancia de la Huella de Carbono en el mundo empresarial y el compromiso de Calzados Fal con el medio ambiente.
Con este bosque lo que pretende Calzados FAL es compensar las emisiones de CO2 que se derivan del proceso de fabricación y que están dentro de su proyecto de “Absorción Bosque Chiruca” registrado en el MAGRAMA (Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente) para calcular, reducir y compensar las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuir a la sostenibilidad medioambiental.
El compromiso de Calzados Fal – Chiruca® por la implantación de sistemas de trabajo que cuiden el medioambiente es uno de los grandes pilares que sustentan la empresa, y prueba de ello es que fue la primera empresa de calzado española certificada por AENOR en la Huella de Carbono CO2 controlado en el año 2012 y que ha conseguido el Ciclo Completo de Huella de Carbono en años sucesivos.