Chaumet, comprometido con la transparencia que buscan sus clientes, ofrece una joya única con un diamante totalmente trazado, de acuerdo con los compromisos asumidos por el grupo LVMH. Para ello, combina la excelencia de su savoir-faire con la tecnología desarrollada por Sarine, experta mundial en trazabilidad de diamantes. Esta pieza atemporal aporta un toque de brillo a la vida diaria.
El resultado es un colgante Bee My Love en oro blanco engastado con un diamante certificado de 0,50 quilates, disponible a partir de septiembre. Un imprescindible para el día a día, esta pieza atemporal aporta un toque de brillo a la vida cotidiana gracias a su diamante Taille Impératrice, cuya forma hexagonal formada por 88 facetas difunde la luz de una manera incomparable.
Gracias al uso de tecnología de vanguardia, la Maison puede ahora llevar su talla exclusiva aún más lejos, ofreciendo la posibilidad de seguir y visualizar las distintas etapas de la vida de cada piedra. Este colgante de gran simbolismo, al que se unirán otras creaciones en su momento, refleja los primeros pasos dados por Chaumet en el establecimiento de un proyecto más amplio de compromiso ético y sostenible.
La Maison, miembro del Responsible Jewellery Council y adherida al Proceso de Kimberley, lleva más de 240 años en constante evolución, asumiendo las nuevas preocupaciones sociales para funcionar en total sintonía con los nuevos tiempos. Junto con las numerosas acciones discretas pero tangibles que ya se han llevado a cabo en los últimos años, como los materiales reciclables para los puntos de venta, los envases de diseño ecológico y el uso de energías renovables, esta nueva iniciativa forma parte del enfoque general de Chaumet en materia de responsabilidad social corporativa.
