Nada más entrar, la tienda transporta al visitante a un universo en el que se dan encuentro la artesanía catalana y el refinamiento parisino. Los códigos emblemáticos de Chaumet confluyen en perfecta sintonía con el espíritu modernista de la ciudad catalana, como se puede apreciar en el suelo de cerámica artesanal de este nuevo espacio. Un animado homenaje a Antoni Gaudí, compuesto por formas que recuerdan sutilmente a las piezas de Alta Joyería de Chaumet.
En el centro de la tienda, una columna anillada en relieve evoca de un modo sumamente moderno los volúmenes orgánicos tan apreciados por el arquitecto catalán. La decoración interior se culmina con un fresco, obra de Patricia de la Torre, que se inspiró en los azulejos distintivos de Gaudí y en algunos rasgos de la colección Joséphine para entablar un diálogo artístico.
Las curvas envolventes de las paredes redondean el espacio y evidencian la intención de Chaumet de integrarse en el entorno modernista del paseo de Gracia. El escaparate, que da a carrer de Mallorca, presenta una escenografía deslumbrante en la que la geometría orgánica conversa con las formas arquitectónicas locales para ofrecer una interpretación al estilo catalán de la celda de colmena distintiva de la colección Bee de Chaumet.
Este luminoso motivo se reproduce por todo el escaparate y se distingue incluso en los delicados bordados de las cortinas que lo enmarcan. Diadema de rosas silvestres y botones de perlas adquirido por la duquesa de Montellano, 1922. Chaumet, estudio de fotografía.
Tesoros de España
La tiara con botones de rosa mosqueta adquirida por la duquesa de Montellano en 1922, la majestuosa cesta de boda para la princesa Alicia de Borbón-Parma que data de 1936 – uno de los encargos más importantes que recibió Chaumet en aquella época – o incluso la gargantilla convertible de perlas, esmeraldas y diamantes de la duquesa de Alba en 1900… A través de sus creaciones preciosas, los joyeros de Chaumet rinden constantemente homenaje a los vínculos históricos que unen a la Maison con España. Una tradición que ahora se perpetúa con la inauguración de una nueva tienda en Barcelona.
Todo empezó con la condesa de Montijo, una de las principales clientas españolas de la Maison. Durante una época, residió junto a su hija en el 12, place Vendôme, en París, una dirección legendaria que más tarde cobraría especial importancia en la historia de la Maison, puesto que es donde Joseph Chaumet decidió establecer su tienda en 1907. Su hija, Eugenia de Montijo, futura emperatriz de los franceses, comenzó a seguir sus pasos a partir de 1851 haciendo diversos pedidos e inspirando varias creaciones de la Maison. Dos años más tarde, encargaría las alianzas de boda para su enlace con el emperador Napoleón III.
En 1906, Chaumet emprende un viaje memorable a Madrid, donde envía, con el motivo de la inminente boda del soberano español, Alfonso XIII, con la princesa Victoria Eugenia de Battenberg, a un representante cargado con una veintena de joyas para presentarlas en la Corte.
Esta audaz iniciativa terminó dando sus frutos, puesto que permitió conquistar a una nueva clientela y entablar relaciones duraderas con el país. En 1917, Chaumet presentó cerca de un centenar de joyas y piezas de orfebrería en la “Exposición francesa de elegancias parisinas y artes decorativas” de Madrid. Fascinada por la elegancia de las creaciones, la reina Victoria Eugenia, permanecería largos ratos hipnotizada ante los escaparates de Chaumet. Su madrina y fiel clienta de la Maison, la emperatriz Eugenia, le regaló una tiara decorada con unas alas para su boda. Esta pieza presenta un motivo central formado por tres diamantes que conforman la figura de un trébol, una planta muy apreciada por la emperatriz, que ha inspirado diversas creaciones de los talleres de la Maison. En 1929, Chaumet participó en la Exposición Internacional de Barcelona, donde maravilló a los visitantes con sus joyas art déco, entre las que se encontraba una magnífica tiara de esmeraldas y diamantes.
De los jardines de la Alhambra a los palacios barceloneses, los lugares más emblemáticos de España acogen concurridas veladas en las que las invitadas lucen joyas Chaumet. Tras los soberanos, la Maison sedujo a los artistas más eminentes del país. Entre los clientes más célebres destaca el gran maestro del cubismo, Pablo Picasso, que solía hacer encargos para su mujer, Olga Picasso, quien ya poseía un broche-joya con sus iniciales y una pulsera-reloj con anillos de zafiro y diamantes.
Su marido, auténtico admirador de la Maison, le regaló un espléndido collar de diamantes en 1930. En la misma línea, un sublime anillo de compromiso entregado en 1973 entraña un detalle insólito: un dibujo original de Salvador Dalí, delicadamente grabado en una placa de oro y disimulado bajo el diamante central.
La influencia de España en Chaumet
La influencia española en las creaciones de la Maison Chaumet se manifiesta por medio de dos corrientes artísticas principales: el arte hispanomusulmán y el modernismo catalán. El arte hispanomusulmán, surgido del encuentro entre las culturas islámica y cristiana en la España medieval, ha inspirado joyas con ricas decoraciones de oro, esmalte y piedras preciosas, un estilo muy apreciado a partir del siglo XIX.
Esta fuente de inspiración perduraría hasta el siglo XX, como evidencia la tiara con florones de lady Edwina Mountbatten, última virreina de la India. Por su parte, el modernismo catalán, con sus curvas elegantes, su asimetría, sus motivos vegetales y sus bustos femeninos, ha marcado asimismo el estilo de Chaumet. Lejos de limitarse a las creaciones joyeras, esta influencia sigue perdurando y se plasma igualmente en la decoración y la arquitectura de la tienda Chaumet de Barcelona.
Chaumet, taller de diseño Chaumet, joyero parisino
En el corazón de la place Vendôme, Chaumet confecciona sus creaciones joyeras combinando audacia y elegancia. Aunando tradición y modernidad, los artesanos del taller de Alta Joyería se transmiten su savoir-faire de excepción para crear obras maestras dotadas de ligereza y movimiento, como las distintivas tiaras. Las colecciones emblemáticas de la Maison se inspiran en las distintas facetas de la personalidad de la emperatriz Joséphine, la primera gran clienta de la Maison, a la que escogió como su joyero oficial. Su libertad y su estilo, así como su pasión por la naturaleza, llevan 245 años inspirando a Chaumet y su creatividad sin límites.
El corazón de la Maison late en la place Vendôme, un lugar legendario para la joyería parisina, donde fue la primera firma joyera en establecerse, en 1812. En 2020, rindió homenaje a su emblemática sede, ubicada en el número 12, que se remodeló con motivo de su 240 aniversario. Entre tradición y modernidad, el 12 Vendôme encarna el alma de Chaumet a través de tres espacios excepcionales : la tienda, que acoge a los clientes de la Maison ; los salones históricos, entre los que destaca el Salón Chopin ; y el taller de Alta Joyería, donde el ensueño cobra vida.
El universo de Chaumet a través de tres coleciones clave
Gracias a las creaciones de sus colecciones emblemáticas, que fusionan savoir-faire únicos, artesanía, elegancia y una calidad excepcional, Chaumet deleita a mujeres y hombres en busca de joyas prodigiosas.
Joséphine
La colección Joséphine, compuesta por piezas de estilo contemporáneo, entre las que destaca la tiara como principal fuente de inspiración, conjuga audacia y feminidad inspirándose en la grandeza y el estilo parisino de la emperatriz. La forma en V del aigrette y la talla pera, la favorita de Joséphine, son los sellos distintivos de la colección.
Bee de Chaumet
Evocando el sol, la resplandeciente abeja se ha erigido en emblema de la colección Bee de Chaumet e inspira creaciones simbólicas a la par que figurativas, que se distinguen por los juegos de volúmenes, el trabajo del oro y los motivos llamativos. Imaginada como su reinterpretación gráfica, la celda de colmena compone piezas refinadas y atemporales, cuyo diseño excepcional concuerda a la perfección con su simbolismo. Como en la construcción a lo largo del tiempo de un panal real, las celdas se multiplican y enlazan hasta el infinito. Por medio de esta unión, componen joyas que evocan el deseo de pasar tiempo juntos y la construcción de un grupo más amplio, que cada día cobra mayor fuerza.
Liens
Desde 1977, la colección Liens propone joyas cargadas de significado. Sumamente simbólico, el enlace representa un vínculo irrompible que une a las personas y forja relaciones. Adaptándose a lo largo del tiempo, simboliza la necesidad, tan imperante en nuestra época, de formalizar nuestra relación con los demás. Transmitiendo sentimientos tanto en la dimensión física como emocional, da testimonio de un compromiso y de los momentos especiales que marcan una vida en constante movimiento.















