Charada es el proyecto recién nacido de José Luis Colomina, quien tras abandonar Fendior ha fundado esta nueva empresa de accesorios de moda (Charada Accesorios) con el propósito de abrirse un hueco en el mercado.
Los argumentos para la concepción de esta nueva marca en un momento tan difícil como el actual, responde, según su fundador, a que tanto yo, como el resto del equipo de ventas, llegamos en un momento dado al convencimiento de que habíamos cumplido un ciclo con la anterior marca, y el aliento y el apoyo que la mayoría de ellos me transmitió, supuso el empujón que necesitaba para comenzar este proyecto, arriesgado y ambicioso, pero desbordante de ilusión para todos los profesionales implicados en esta nueva aventura.
Charada se ha gestado con unos objetivos definidos y ha llegado con la intención de quedarse por mucho tiempo. En primer lugar, deseamos marcar, lo que podríamos denominar un «manual de estilo» entre los distintos estamentos que interactúan en nuestra actividad. La empresa necesita ser permeable a todas las opiniones de vendedores, clientes, etc… pues precisamente esa permeabilidad junto a la capacidad de autocrítica necesaria en pos de buscar siempre mejorar, son las que permitirán la capacidad de adaptación necesaria para mantenerse mucho tiempo en un lugar privilegiado del sector. Entre estos estamentos debe existir la empatía y el afán de colaboración necesarios, partiendo de la idea de que todos nos necesitamos, y más en momentos de dificultad como son los actuales.
Conscientes de que han de quemar etapas y que se tienen que adaptar al entorno, Charada tiene, sin embargo, una clara postulación por la calidad: Buscamos un rápido posicionamiento en el mercado, pero nuestro primer objetivo no es la cantidad, sino la calidad. Es decir, no nos importa tanto la cantidad de clientes que compren en las primeras campañas, o la cantidad de producto, y sí, en cambio, la fidelización de esos clientes. Es decir, nuestro principal objetivo no es sólo llegar, sino perdurar, y poder llegar a presumir de una clientela identificada con la marca Charada.
España y Portugal son los principales objetivos de la empresa dirigida por Colomina, que más adelante también tiene prevista una internacionalización de sus ventas: Buscamos consolidarnos en España y Portugal, países donde tenemos todas las zonas cubiertas con una solvente y contrastada red comercial. Posteriormente llevaremos a cabo una mayor internacionalización de las ventas, mediante la actuación de los distribuidores europeos con los que ya estamos en contacto. Pero realmente no tenemos prisa. Queremos crecer bien, si es en poco tiempo mucho mejor, pero sobre todo crecer bien.
La ilusión es uno de los motores de esta empresa valenciana que cuenta con unas notables instalaciones para desarrollar su estrategia: Contamos con unas instalaciones en Valencia de casi 1.000 m2, preparadas ya para todas nuestras necesidades comerciales, de logística, y administración. Pero de lo que más orgulloso nos podemos sentir, y queda demostrado si se sabe leer entre líneas en esta entrevista, es del equipo humano que se ha creado. Desde el equipo de diseño, capitaneado por las hermanas Sarabia, pasando por el departamento de administración y almacén, hasta llegar a la red comercial, desde mi punto de vista, muy fortalecida con unos pocos ajustes, y muy difícil de mejorar. Resulta sorprendente, y me vuelvo a referir al equipo de ventas, a pesar de la veteranía y experiencia que atesoran, la ilusión por el proyecto que me están transmitiendo día a día. Rebosan tal entusiasmo y se sienten tan implicados, que contagian esa fuerza y esa ilusión al resto del equipo. Y por supuesto, contamos con los clientes, forjados a lo largo de muchos años, que saben que este proyecto nace desde una actitud inconformista, con afán de mejora, y de superación, y que por lo que hemos podido sondear, nos esperan con los brazos abiertos y gran expectación.
El precio va a ser uno de los argumentos de Charada, pero no un impedimento para que sus colecciones rebosen calidad: La colección de pimavera-verano se compondrá de unas 30 colecciones de bolsos de 2 ó 3 piezas cada una, incorporando calzado a las colecciones más representativas. Estamos hablando de una colección donde intentamos aunar tendencia, diseño, funcionalidad y, por supuesto, precio. Van a haber bolsos de 8 , de 15 y también de 20 , pero que los de 20 al menos justifiquen sobradamente su precio, distinguiéndonos absolutamente del bolso de polígono. Ofrecemos a nuestros clientes un muestrario heterogéneo, que cubra un gran target de estilos y edades, pero siempre ofreciendo el valor añadido de la exclusividad y la calidad del producto que le ofrecemos. Del muestrario destacaría algunas combinaciones de color, francamente logradas, y la gran variedad de materiales empleados, así como el tamaño de los bolsos, predominando los pequeños , siguiendo la demanda de la mayoría de clientes. No doy más pistas para no perder el factor sorpresa cuando nuestros representantes enseñen el muestrario a nuestros clientes, pero puedo asegurar que se ha hecho una colección poniéndonos en todo momento en el lugar del comerciante, que siempre necesita vender, y más en estos momentos, si cabe.
En octubre presentarán la colección primavera-verano 2012 a sus clientes y en febrero del próximo año, coincidiendo con el cambio de temporada de los comercios, servirán puntualmente sus colecciones.