El sindicalismo tiene por delante un gran desafío en la industria de la moda para garantizar que la transición sea justa para las personas que trabajan en el sector. Es uno de los más contaminantes (genera cerca del 10% de las emisiones a nivel global); sufre una alta explotación y precariedad laboral y se resiste a cambiar su modelo de negocio. Estas cuestiones se trataron hace una semana en el seminario que organizaron IndustriALL Global Union e industriAll Europe, bajo el paraguas de la Confederación Sindical Internacional (CSI).
En la sesión se presentó un manifiesto sobre transición justa y se insistió en la necesidad de distribuirlo de forma amplia entre las organizaciones sindicales, tanto a nivel regional como global.
El documento es un punto de partida para el debate y para generar propuestas políticas y sindicales que permitan afrontar los cambios. Se confirmó que, para que la transición sea justa, se requiere un enfoque integral común que combine ecología, justicia social, participación sindical y nuevas economías. El objetivo es evitar que la carga de los cambios recaiga en las personas trabajadoras más vulnerables del sur global.
Víctor Garrido, adjunto del área de Internacional de CCOO de Industria, participó en la sesión de trabajo. Advirtió de que hay que tener en cuenta las diferentes velocidades. Insistió en que es necesario dar un enfoque a la propuesta sindical que integre medidas concretas a nivel regional, con exigencias comunes globales.

















