Más de un centenar de delegados y delegadas de la industria textil y de la confección ha participado ayer por la mañana en la asamblea que CCOO de Industria ha organizado en Alcoy. Es en la localidad alicantina y en su comarca donde trabajan el 60% de las personas que el sector emplea en todo el Estado, precisan desde la organización sindical.
“No es de recibo que una actividad que se considera estratégica tenga las condiciones laborales que tiene”, denunció su secretaria general, Garbiñe Espejo, poco antes de advertir que “ha llegado el momento de tomar decisiones” y de decir “se acabó”.
Espejo entiende, y así lo explicó en la rueda de prensa previa a la asamblea, que existen cuatro motivos para plantarse y para caminar hacia el escenario de la conflictividad a mediados del mes de noviembre, tras celebrar asambleas en los centros de trabajo. Considera que es el momento de acabar con las jornadas interminables, con las 150 categorías profesionales que se encuentran por debajo del salario mínimo interprofesional, con la brecha salarial y con las amenazas de la patronal de que hay que reducir costes para ser competitivos.
La secretaria general de CCOO reclamó romper con los bajos salarios, recuperar el poder adquisitivo perdido, unificar las diez tablas salariales en una y acabar con la violencia económica que permite que los hombres del sector cobren un 22% más que sus compañeras por realizar trabajos de igualdad valor. “No vamos a ser cómplices ni corresponsables de un convenio que lleva a la precariedad y a la discriminación a sus trabajadores y trabajadoras”, dijo Espejo.
El secretario general de CCOO de Indústria del País Valencià, Juan José Picazo, recordó que “no podemos seguir conviviendo con la precariedad”, ni permitir que el sector tenga condiciones laborales “de hace treinta años”. Aunque Juan José Picazo está convencido de que esta actividad tiene futuro, advirtió de que sin un buen convenio dejará de ser atractiva para las personas trabajadoras.
El conflicto del retal
CCOO presentó #ConflictoDelRetal. Quienes asistieron a la asamblea llevaban un trozo de tela que simboliza el retal que protagoniza la campaña. Son los trozos sobrantes e inservibles que pueden servir para construir o elaborar piezas valiosísimas. La solución de este conflicto es una cuestión de justicia social. Hoy está previsto que en Barcelona se celebre la siguiente asamblea del textil.