CCOO de Industria hace una valoración muy positiva de la huelga sectorial que este 1 de diciembre los sindicatos han convocado en las empresas del calzado, dentro de la campaña confederal #SalarioOConflicto, que aspira a pactar subidas salariales y compromisos de recuperación del poder adquisitivo durante los próximos años. Unas treinta mil personas estaban llamadas a secundarla.
La convocatoria fue un éxito en las comarcas zapateras de La Rioja y Albacete. Las concentraciones que se han celebrado ayer por la mañana fueron muy numerosas. A la de Almansa acudió un millar de personas y en las dos que se convocaron en Arnedo la asistencia aumentó a medida que pasaron las horas (500 a primera hora y mil a mediodía). La que se celebró ayer por la tarde en este municipio riojano fue multitudinaria.
La precariedad, la potente economía sumergida y la presión del empresariado, impidieron que el seguimiento fuera masivo en Elda y en Elche. En Fuensalida-Portillo (Toledo) estuvo cercano al 65%. Fue mayor en las empresas pequeñas que en las más grandes. Frente a Pablosky, las y los huelguistas gritaron «Ahí está, la cueva de Ali Babá”.
Un sector muy concentrado
El calzado se concentra, fundamentalmente, en la localidad riojana de Arnedo, en los municipios castellanomanchegos de Fuensalida (Toledo) y Almansa (Albacete) y en la provincia de Alicante. Las principales empresas de la industria del calzado son Arneplant, Fluchos, Callahan, Moron, Fal y Pitillos en La Rioja; Pablosky, Baerchi, Joma, Legar, Hergilza y Eladio Martín en Fuensalida; Creaciones SW, Pedro García, Magrit, Manufacturas Newman, Panama Jack, Pikolinos y Mustang en Alicante y SBA Factory, Sendra, Pertini, Martinos Forma, Lorens y Milan Classic en Almansa.
Las peticiones de los sindicatos
CCOO de Industria reclama al empresariado del calzado que deje de hacer propuestas en la mesa de negociación del convenio que supongan una pérdida del poder adquisitivo. El sindicato se niega a que se mantenga una de las jornadas anuales de trabajo más altas de la industria. También exige que se complemente el accidente laboral más allá de los cuatro primeros meses, que se incremente el kilometraje y que se pague la flexibilidad. En definitiva reclama:
- Un convenio para tres años con incrementos salariales anuales mayores a los propuestos.
- Cláusula que garantice el poder adquisitivo y aumento del plus de distancia.
- Reducción de la jornada anual en 12 horas.
- 100% el primer día de baja por incapacidad temporal y quitar el tope a partir del cuarto mes.
- Incremento de la primera y segunda hora de la flexibilidad y regulación del contrato fijo discontinuo.