Artesanos y proveedores locales de la maravillosa isla, el cariño y la dedicación de Ana en cada una de sus obras, son los encargados de transmitir ese toque femenino y de delicadeza a estas maravillas.Trabajan de forma local, buscando en su entorno más inmediato, trabajando con los materiales y con los artesanos próximos a Castellana Lane, pero con una visión totalmente global: “queremos trabajar usando nuestra raíces, nuestro entorno, pero queremos que nuestros bolsos y accesorios puedan entenderse en un gran evento de una gran capital”, explica su diseñadora.
El regreso a la artesanía original que propicia Castellana Lane es una forma de trabajo sostenible en sí, “puesto que la artesanía tiene un vínculo directo con la naturaleza, con quien debe mantener un constante equilibro”.
Sedas salvajes, algodones, hilos y demás materiales naturales van de la mano de técnicas de creación tradicionales. Este rincón del archipiélago canario es, además, un lugar clave para lograr piezas de alta costura, una profesión en peligro de extinción que la diseñadora ha sabido valorar y ensalzar en sus creaciones.
A su vez, la fundadora también se ha formado con otros profesionales del sector ajenos a la isla y no ha dudado en compartir de la misma manera todos sus conocimientos con aquellos que colaboran en su firma, logrando así, el crecimiento constante de su equipo, y de alguna manera, una simbiosis artesanal.
A esto se le suma el ingrediente de las donaciones, ya sean textiles, plumas o abalorios reciclados, son procesados y puestos en valor de nuevo. La magia de convertir las plumas de un vestido en desuso en una pieza memorable o las pedrerías de un collar olvidado en un extraordinario bordado. Materiales reciclados que junto con los nuevos, buscados con el tesón de su creadora, hacen que cada bolso sea único y exclusivo.
Así, Castellana Lane llega a alcanzar una sostenibilidad que no termina en la fabricación de sus piezas, sino que va hasta el packaging, realizado por artesanos de Madrid, lugar al que se envían los bolsos de la marca para su posterior distribución.
La artesanía y la sostenibilidad son los valores generales de la firma conservando toda su belleza en cada uno de sus procesos.
CASTELLANA LANE:
Creada a través de complejos y minuciosos procesos artesanales, la firma Castellana Lane define una nueva dimensión del lujo que se sitúa en el origen de la exclusividad, empleando materiales humildes como base que, gracias a los artesanos involucrados en cada pieza, definen bolsos y accesorios únicos en el mundo. Su origen en la isla bonita de La Palma (Islas Canarias) se identifica en sutiles pero llamativos materiales y detalles, como el tejido de arpillera, empleado para importar el café en sacos desde su origen, ya que en la isla se realiza el proceso de tostado. A partir de ahí, terciopelos, plumas, cristales… se superponen en perfecta armonía para crear accesorios que definen un nuevo sentido más orgánico de la sofisticación.