El triunfo de lo artesanal y lo duradero
Frente a la moda industrializada, que produce de forma masiva y acelerada, Brussosa defiende un movimiento totalmente contrario que mima el producto dedicándole todo el tiempo que se merece. “Tenemos la suerte de contar con un equipo de personas que comparten nuestra pasión por la artesanalidad de los bolsos y las cosas bien hechas. Para nosotros es fundamental que los oficios artesanos se mantengan vivos. Es nuestro particular granito de arena para reactivar la industria local de nuestra comunidad”, comenta Núria Brussosa, una de las cofundadoras de la marca.
Las manos artesanas que esculpen estos bolsos se toman su tiempo para lograr una factura óptima. De hecho, la también directora creativa admite que “a veces se sobrepasan los timmings y las piezas llegan más tarde de lo previsto”. Este amor por los detalles, que nada tiene que ver con la celeridad de la fast fashion, lejos de suponer un inconveniente para las ventas, es un punto que juega a favor del negocio: “Lo cierto es que es algo que nuestros clientes aceptan de buen grado porque forma parte de nuestro saber hacer”, añade Núria.
Brussosa es sinónimo de bolsos que se fabrican de forma lenta, uno a uno, piezas únicas con personalidad propia, pero con un denominador común: la calidad. Esta exclusividad entronca con el concepto timeless, un activo esencial para Brussosa, que prima los diseños sencillos y atemporales en los que la verdadera protagonista es la piel. De este modo, se apuntala el shopping consciente y responsable de un consumidor que quiere saber dónde, cómo y quién está detrás de la moda que compra. En base a ello, premia con su fidelidad a los modelos de producción éticos, limpios y de bajo impacto ambiental.
Moda de proximidad ecofriendly
La puesta en valor de las prácticas sostenibles en la moda forma parte del ADN de esta firma catalana, que asumió desde su lanzamiento la aplicación de criterios respetuosos con el medio ambiente en todos sus procesos, desde la selección de la materia prima hasta la fabricación y distribución de sus colecciones, reducidas pero impecables.
“Nos encanta ser transparentes con nuestros clientes, por eso estamos orgullosos de afirmar que cada idea, cada patrón, cada técnica… Todo, absolutamente todo, nace y se produce en la provincia de Barcelona”, revela Núria, incidiendo en el concepto kilómetro cero, que pone el foco en la proximidad y en el empleo de recursos humanos y materiales locales.
Por otro lado, la directora creativa de Brussosa hace hincapié en el punto de partida 100% sostenible de sus productos: “Para crear nuestras piezas solo utilizamos pieles naturales, recicladas del sector alimentario. Además, somos muy respetuosos con todo el proceso de selección de las mismas, los tratamientos que aplicamos y la elaboración de cada uno de nuestros bolsos”, expone.