El movimiento natural y fluido (“Tliq” en árabe) que consigue la arquitecta iraquí Zaha Hadid en las líneas orgánicas de los exteriores de sus edificios son la base para esta colección de Juan Brea.

La arquitecta Zaha Hadid luchó contra las tipologías arquitectónicas establecidas en su época, en un mundo dominado por lo que ella calificaba como arbitrariedad en la arquitectura. Esta colección bebe del trabajo y la vida de la arquitecta iraquí, aplicando la experimentación, la lógica y la previsión de su trabajo.

Igual que la arquitecta, en “Tilq” Brea coloca este nuevo universo rebelde y fluido en las prendas de aquellos que quieren luchar por sus ideales y valores. Esto se traduce en prendas estructuradas confeccionadas con tejidos pesados como lanas, creps, creps plisados o rafias que, combinados con el uso de tejidos ligeros como gasas, muselinas de seda u organzas, sujetos en puntos estratégicos, aportan a las prendas feminidad, fluidez y movimiento.

Como si de un momento congelado en el tiempo se tratara, comienza la colección mediante líneas angulosas y marcadas en las prendas, esto se muestra en prendas con superposiciones de piezas en solapas de chaquetas y abrigos o en el uso de tejidos plisados para aportar diferentes direcciones lineales en el cuerpo.

Posteriormente, los tejidos etéreos como las muselinas y gasas envuelven la prenda base suavizando las líneas duras iniciales, perdiendo nitidez y ocupando las prendas por completo gracias al bordado de flores hechas a mano en organza, dejando una prenda sencilla únicamente como soporte.

Mediante la evolución de las líneas y la combinación de tejidos, la colección está dirigida a hombres y mujeres valientes que deciden romper en su forma de vivir con arbitrariedades infundadas por los demás. En esta nueva propuesta Brea trabaja con los diferentes estados de ánimo, para crear prendas que se desligan de los estereotipos sociales actuales.