Una cápsula inspirada en el surrealismo y suspense de la película homónima que dirigió David Lynch en 1986, y que la f irma española ha diseñado para celebrar esas horas mágicas que envuelven al Día de Muertos.
De ese mundo subterráneo entre luces y sombras que imaginó el cineasta estadounidense en su obra maestra, brota el diseño de la colección: un manto de oscuras rosas de terciopelo. Este tejido, que en la película de Lynch representa el deseo y la violencia que encierra un inocente suburbio, resalta por su textura sedosa en la paleta creada por BIMBA Y LOLA de tonos como el rojo bermellón, castaño, negro y (cómo no) azul noche.
En formato XXL y engarzadas con eslabones en un collar, o bien hilando un pendiente de tiras, también lucen en solitario con un maxi anillo plagado de pétalos. Símbolo de la cultura mexicana que representa el amor y la pasión, la rosa conecta con la tradición del Día de Muertos que este país festeja cada 2 de noviembre. Un mágico amuleto con el que ahuyentar las malas energías todo el año.















