La Asociación de empresas de Confección y Moda de la Comunidad de Madrid (ASECOM) ha anunciado el lanzamiento de un nuevo Proyecto de Prevención de Riesgos Laborales en el Sector del Comercio al por Menor, con el objetivo de responder a la necesidad específica de las empresas de pequeño formato y tiendas minoristas de la región de mejorar sus condiciones de seguridad, adaptarse a las normativas y fortalecer su competitividad mediante la gestión proactiva de la salud laboral.
El comercio al por menor —por su naturaleza heterogénea, la variabilidad de sus locales, la intensidad del trabajo presencial y la variedad de tareas realizadas por los trabajadores— enfrenta riesgos propios que requieren respuestas especializadas. Con este proyecto, ASECOM aspira a crear un marco de actuación que facilite a sus asociados y al conjunto del sector madrileño dar un paso más en cultura preventiva, disminuir daños laborales y tener un impacto positivo en la productividad, el absentismo y la sostenibilidad del negocio.
Diagnóstico, formación y acompañamiento: la estructura del proyecto
En su presentación oficial, ASECOM describe varias líneas de trabajo fundamentales dentro del proyecto. Estas contemplan un diagnóstico de los riesgos específicos del comercio al por menor, la formación adaptada a las necesidades de los establecimientos comerciales, y el acompañamiento técnico para implementar medidas preventivas eficaces.
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En cuanto al diagnóstico, el proyecto contempla la identificación de situaciones frecuentes y específicas del comercio urbano: caídas al mismo nivel o a distinto nivel, manipulación manual de cargas (reposición de stock, traslado de mercancías), ergonomía (trabajo prolongado de pie, atención al cliente), riesgos eléctricos o derivados de instalaciones de baja altura y espacio reducido, así como los crecientes riesgos psicosociales que afectan a los profesionales del comercio (estrés, atención al cliente, horarios prolongados).
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La formación se dirige a responsables y trabajadores de tiendas, y pone el foco en aspectos como la normativa vigente (leyes y reglamentación de prevención de riesgos laborales), la evaluación de riesgos en establecimientos de pequeño tamaño, la gestión de emergencias, primeros auxilios, uso de equipos de trabajo y manipulación de mercancías, y los protocolos adaptados al entorno comercial.
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El acompañamiento técnico permite que las empresas puedan recibir asesoramiento para adaptar los locales, reorganizar procesos, introducir buenas prácticas, llevar a cabo planes de prevención personalizados, e integrar la prevención de riesgos en la gestión diaria del negocio, no solo como obligación legal sino como factor de mejora empresarial.
El propio sector del comercio al por menor ha venido demandando este tipo de soporte: como muestran los análisis de siniestralidad y guías sectoriales, los comercios enfrentan multitud de riesgos específicos que, en muchos casos, no son abordados con suficiente dedicación en las pymes por falta de recursos, especialización o tiempo.
La apuesta de ASECOM incorpora también la idea de que la prevención se convierta en ventaja competitiva: una tienda que dispone de ambientes más seguros, con menores tasas de incidentes, puede mejorar su imagen, fidelizar empleados, reducir costes por bajas o interrupciones y transmitir confianza a clientes y proveedores.
Impacto esperado y retos del sector: siniestralidad, microempresas y cultura preventiva
El proyecto de ASECOM llega en un momento en que el entorno del comercio al por menor en Madrid —y en España en general— se enfrenta a múltiples presiones: transformación digital, cambios en los hábitos de consumo, incremento de los modelos de tienda-servicio y una competencia cada vez mayor. En este contexto, la seguridad laboral y la salud de los trabajadores no pueden ser una cuestión secundaria.
Entre los retos más relevantes, se destacan:
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La elevada presencia de microempresas y autónomos en el comercio urbano, que a menudo carecen de servicios de prevención propios o especialistas formados, lo que dificulta una correcta gestión de riesgos.
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La variabilidad del entorno: diferentes sectores dentro del comercio (alimentación, moda, electrónica, bazar, servicios) con distintos niveles de riesgo, lo que requiere soluciones adaptadas y no fórmulas genéricas.
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La necesidad de generar una verdadera cultura preventiva, donde la prevención de riesgos laborales deje de ser vista únicamente como un cumplimiento normativo para convertirse en una práctica estratégica vinculada a la calidad, la productividad y la continuidad del negocio.
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La gestión de los riesgos psicosociales, que en el comercio adquieren particular relevancia por la atención directa al público, las tareas de reposición, el trabajo en horarios variados, la multitarea y la presencia de clientes, mercancías y servicios en un mismo espacio.
El proyecto de ASECOM aspira a contribuir a la reducción de siniestralidad en el sector y a medidas cuantificables de impacto: menos accidentes, menor absentismo, menos interrupciones en la actividad y, por ende, más estabilidad para los negocios minoristas.
¿Qué pueden esperar las empresas participantes?
Aquellas que se adhieran al proyecto podrán recibir:
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Acceso a herramientas de evaluación de riesgos adaptadas al comercio minorista.
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Formación especializada para responsables y personal de tienda.
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Asesoramiento técnico para la implementación de mejoras en la instalación, procesos y gestión.
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Documentación específica, protocolos y guías sectoriales adaptadas.
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Posibilidad de asentar la prevención como parte de la estrategia de negocio, mejorando su competitividad y reputación.
Este tipo de iniciativas también está alineado con las líneas de subvención y apoyo público que desde las instituciones madrileñas y nacionales se están reforzando para la seguridad y salud en el trabajo. Por ejemplo, la Comunidad de Madrid anunció recientemente un incremento de inversiones para la prevención de riesgos laborales mediante convenios con entidades empresariales.
Con el Proyecto de Prevención de Riesgos Laborales en el Sector del Comercio al por Menor, ASECOM lanza una propuesta que va más allá del cumplimiento legal: pretende convertir la prevención en un activo para la empresa minorista, una herramienta de mejora continua, protección del capital humano y garantía de sostenibilidad. En un momento en que los comercios urbanos tienen que adaptarse a un entorno cada vez más competitivo y exigente, disponer de ambientes de trabajo seguros, saludables y organizados se convierte en un diferenciador real.
Este proyecto supone un paso relevante para las tiendas de Madrid: microempresas que muchas veces operan con márgenes ajustados pero que a través de la prevención pueden reforzar su propuesta de valor, reducir riesgos y ser más resilientes. A largo plazo, la suma de muchas pequeñas mejoras puede traducirse en un comercio urbano más dinámico, seguro y competitivo.

















