La holandesa Sanne Vloet ha sido la modelo escogida para representar esta imagen, captada por el fotógrafo Alasdair McLellan, quien nos traslada a un enclave moderno y  minimal donde el color blanco protagoniza todas sus instantáneas.
 
Oysho apuesta por una evolución y perfección en los volúmenes de las prendas, que parten de una base sencilla para transformarse en piezas únicas realizadas con  tejidos nobles como el lino, el guipur y el algodón natural. Los acabados metálicos en tonos plata y oro refinan el diseño de conjuntos que concentran luz y frescura.
 
Prendas que aportan movimiento y dinamismo a la figura femenina como conjuntos de dos piezas, monos fluidos, vestidos de inspiración oriental, amplias camisetas con diferentes volúmenes y pantalones de corte palazzo.
 
La colección ofrece una amplia paleta de colores llenos de luz y contrastes. Prioriza el blanco, claro protagonista de la temporada,  al que acompañan los tonos más soft y empolvados, así como el azul y el rosa.