Cerrando un eslabón más en la cadena áurea de la alquimia, los tecnológicos alambiques, redomas y sublimadores de los filósofos modernos han puesto a disposición de Aristocrazy el más bello lapis jamás fabricado por el hombre: el ópalo lab grown, que por primera vez en la historia se incorpora a una colección de joyas de la firma como absoluto protagonista.
ALQVIMIA, nombre de esta nueva línea, está enfocada a personas que buscan discreción al mismo tiempo que disfrutan luciendo y sintiendo joyas capaces de marcar la diferencia por su gran carga mística y significado profundo. De este modo, el objetivo de sus piezas es transmitir la personalidad de su portador y acercarnos un poquito más a la historia que guarda esta piedra mágica, ya adorada en la Grecia Clásica y venerada en la Antigua Roma.
Sólo el ópalo lab grown, tras pasar por un enriquecedor proceso neoalquímico a manos de Aristocrazy, posee una mística suficiente como para convertirse en la estrella de esta colección y dejar en el papel de acompañante a otras piedras de origen natural como el diamante, el zafiro y la esmeralda.
Los diseños de ALQVIMIA están compuestos por volúmenes muy delicados, lo que otorga a cada pieza una estética sofisticada, a base de dégradés de zafiros azules y esmeraldas, en combinación con diferentes tonalidades de ópalo lab grown y sus fluorescentes, profundos y atrayentes reflejos.
Aristocrazy
La pasión, dedicación y afán de crecimiento transmitido de generación en generación por la familia Suárez dan como resultado la creación en el año 2010 de una nueva firma: Aristocrazy. Calidad, exclusividad, diseño y la perfección como guía de todo el proceso inspiran el nacimiento de este nuevo concepto: joyas como complemento de moda, concebidas para incluirse en los circuitos de compras de las principales ciudades y con una clara vocación internacional. Aristocrazy es una mentalidad, un espíritu.