Su olor, textura y color son sus señas de identidad. Su peculiar perfume vegetal procede de la almendra de la que se extrae manualmente. Al ser natural y de rápida absorción, la fragancia es efímera. Su brillante claridad ligeramente dorada es el resultado de un cuidado tamizado y decantado en pos de la fusión óptima entre calidad y estética. La fluidez de su textura permite una aplicación cómoda y una penetración inmediata.
Debido a su pureza, Argán Ryad hidrata, repara, nutre y protege la piel, proporcionando una serie de propiedades naturales que lo convierten en el aliado perfecto para combatir:
La deshidratación de la piel
Las líneas de expresión
Las quemaduras solares
Los radicales libres
El envejecimiento de la piel
Las cicatrices
Los eczemas
La psoriasis
La neurodermatitis
Argán Ryad es un aceite no graso y no comedogénico, apto para cualquier tipo de piel.