Disponible también en 15 ml.
Beneficios
Sus beneficios varían en función del momento del día y de las necesidades de cada piel.
De noche su aplicación está indicada como tratamiento de absorción de sus poderosos nutrientes y durante el día actúa como factor biológico de protección solar gracias a la antileukina.
También es efectivo como cura reparadora, incluso en rostros jóvenes cuando se ven afectados por agentes externos (exposición al sol o exposición al viento o efectos del cansancio).
Resulta perfecto para añadir pequeñas dosis como ingrediente en mascarillas o cremas para aportar una nutrición mucho más intensa.
En pieles jóvenes se puede utilizar para enriquecer la crema o añadiendo unas cuantas gotas a la mascarilla habitual, ya que ganará un plus de riqueza y nutrición.
¿Cuándo se aplica?
Se puede aplicar tanto durante la noche como durante el día:
Aplicado por la noche, la piel irá absorbiendo sus nutrientes durante el sueño.
Durante el día te beneficiarás de sus efectos de protección solar.
¿Cómo me ayuda el Aceite de Belleza de la Reina?
Está especialmente indicado para pieles fatigadas y deshidratadas, ya que repara y aporta un cuidado extra frente al estrés o el cansancio.
Las pieles maduras se benefician especialmente ya que su uso:
– frena el envejecimiento,
– mejora la elasticidad
– disminuye la profundidad de arrugas,
– revitaliza la piel favoreciendo que se vuelva más luminosa y uniforme.
Nuestro consejo…
Unas gotas del Fluido Fitoaromático después del aceite facilitan su penetración y proporcionarán una terminación satinada y no grasa.
Componentes
Aceite de Kiwi:
Exquisito y delicado jugo, valioso por su concentración cuya extracción resulta muy compleja. Rico en fitoesteroles, omega 3 y vitamina E que otorgan gran poder reparador y revitalizador de la pieles maduras y fatigadas. Calma la piel irritada o enrojecida, repara y nutre las pieles sensibles y delicadas.
Aceite de Camelia:
Macerado de té verde. Su contenido en vitamina E resulta útil para reparar el colágeno, dar elasticidad y tono a la piel. Previene el deterioro, reestructura y nutre aportando sensación inmediata de confort. Ideal para pieles frágiles o desvitalizadas o desnutridas.
Aceite de Melón de Kalahari:
Muy utilizado en esta región de Namibia y apreciado por su propiedad reestructurante, conserva y protege las paredes celulares de la epidermis, dando suavidad, elasticidad, firmeza y tono a las pieles apagadas o mates gracias a su riqueza en proteínas. De acabado seco, protege, suaviza y equilibra. Reafirma, regenera y atenúa rojeces.
Aceite de Inca Inchi:
Fruto procedente de Perú de los bosques amazónicos, conocido como cacahuete de los incas. Compuesto por ácidos grasos 3, 6 y 9 y esteroles (campesteol, estigmasterol y fito-sitosterol). Presenta poder reparador, favorece la microcirculación y calma la epidermis. Aumenta la elasticidad y calma irritaciones, con efecto anti-edad y anti-radicales. Indicado para pieles deshidratadas o que han perdido la cohesión del tejido cutáneo.
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