Margarita era su abuela, una mujer sencilla de Ferrerías. Toda su fuerza venía de su creatividad, la misma que utilizaba para que los trabajos que menos me gustaban se convirtieran en un juego y así, cantando “Ansa per ansa” (asa por asa), el camino del mercado a casa con el capazo rebosante de verduras, frutas y pescados, se convertía en el juego más divertido del día.

"A ella le debo mi creatividad, mis ganas de inventar, innovar y utilizar mis manos para crear algo que perdure en el tiempo y que, quizás, construya un lazo entre dos personas como el que yo tenía con ella.", recuerda Yola.

De la banca a la artesanía creativa
Mucho antes de ser madre, en 1996 cuando empezaba la carrera, la elección de la profesión y los sueños de futuro que los padres de Yola tenían para ella estaban ligados a la Banca. Eso la llevó a ser empleada de un banco durante 16 años de su vida. Pero llegaron sus hijos y se avivó su necesidad de dedicarse a aquello para lo que sentía que había nacido, el legado de su abuela Margarita, la creatividad.

Haciendo realidad un sueño ¿Por qué capazos?
"Desde mi taller me inspiro en la naturaleza y diseño mis modelos, disfrutando de un estilo de vida que nunca debí perder. Cada capazo nace de un momento de conexión con esta maravillosa isla", explica Yola.

La senalla o capazo es uno de los objetos más utilizados en el día a día de la tradición femenina menorquina. Antaño cada mujer elaboraba manualmente el suyo y lo utilizaba para ir a la compra, recoger las verduras y frutas del huerto.

Es resistente y duradero, aunque se ha modernizado.

Diseño y naturalidad en los capazos
Lo que originalmente eran capazos de palma decorados con tejidos y puntillas  ahora sigue con la misma esencia, pero mejorando la calidad, incluyendo piel y glitter, entre otros materiales.

Piezas únicas
Los capazos decorados a mano son únicos y diferentes. Por ello los materiales están minuciosamente escogidos, lo que le aporta a cada colección que sale del taller una chispa diferente.

La palma es un material austero y tradicional, por ello Ansa per Ansa lo transforma dándole un carácter personal y diverso. 

Una isla, una filosofía
El mar lo es todo en Menorca y nuestra filosofía nace de su fuerza en medio del Mediterráneo.

"Su aire cálido y espontáneo lo transmitimos a través del diseño de nuestros capazos, con su frescura y la magia de la naturaleza que nos rodea.  Unos diseños que te harán sentir el olor a a sal y el sol que día a día nos abrazan en Menorca. Queremos que cuando te cuelgues el capazo del hombro, te transportes a nuestra isla, para que puedas sentir el Mediterráneo aquí y ahora", explica Yola Febrer,  propietaria y diseñadora de capazos Ansa per Ansa

El taller artesanal de Ansa per Ansa respira magia. Allí se vive lo que es realmente el mundo Ansa per Ansa Menorca. Desprende amor por todo lo que hacen. Sus manos trabajan con todo el mimo posible para que el resultado sea el mejor.

"Menorca nos inspira, con su magia y su frescura, pondremos un pedacito de la isla en cada uno de nuestros capazos decorados. Para que luzcas el brillo de nuestra tierra dónde tu vayas, y puedas disfrutar de esta bonita sensación aunque tu no estés aquí. Abrazo desde Menorca", concluye Yola.