Ann Demeulemeester es la invitada de honor de Pitti Immagine Uomo no. 102 (Florencia, Fortezza da Basso, 14-17 de junio de 2022). De hecho, tras el aplazamiento del pasado mes de enero, la propia diseñadora belga será la comisaria del proyecto especial dedicado a ella y a la marca que lleva su nombre en la Stazione Leopolda.
«Florencia y Pitti Immagine están por fin preparadas para celebrar el extraordinario trabajo de Ann Demeulemeester», afirma Lapo Cianchi, director de comunicación y eventos de Pitti Immagine, «una historia que comenzó hace cuarenta años en Amberes y que hoy se ve reforzada por el nuevo enfoque adoptado tras la adquisición de la marca por Claudio Antonioli: un enfoque que, entre la reivindicación y la autonomía, pone de relieve los rasgos distintivos y persistentes de la moda de Ann Demeulemeester, sobre todo la sensibilidad hacia su propio tiempo que se desarrolla sin ansias de validación y una capacidad de renovarse manteniendo las inconfundibles intuiciones y formas iniciales. No es casualidad que el trabajo curatorial realizado en el Archivo en esta ocasión vaya más allá de la recuperación de memorias útiles para citar en las nuevas colecciones y se convierta en un acto habitual de la moda: una intervención artístico-estética nacida de una urgencia de diseño de proyecto, aquí y ahora. Un regalo para toda la comunidad Pitti».
Perfil de la marca
Para Ann Demeulemeester, la moda es una forma de comunicación. Su complejo lenguaje de contrastes abarca toda una gama de emociones. La tensión es muy poética: sus prendas revelan muchas capas de »alma». Son sencillas, como lo es un cuchillo. Serias pero nunca severas, meticulosas pero experimentales, fuertes pero siempre sensuales. Conocida por su elegante sastrería y su estética oscura pero glamurosa, creó un mundo sereno y oscuramente romántico con una intrigante mezcla de rebeldía y sofisticación.
Ann Demeulemeester se graduó en la Real Academia de Bellas Artes de Amberes en 1981 y a partir de 1982 participó en una serie de concursos y eventos de moda con sus primeras colecciones.
En 1987 lanzó su marca homónima y su primera colección comercial con su socio creativo Patrick Robyn. Su primer desfile en París en 1992 la situó inmediatamente en el mapa de la moda internacional.
Su inteligente enfoque de la moda se eleva por encima de las tendencias y ofrece un sistema en continua evolución de vestir con integridad y feroz independencia.
Ann Demeulemeester dejó su marca en 2013 y desde entonces ha experimentado con una variedad de nuevos formatos expresivos.
En 2020, la marca Ann Demeulemeester fue adquirida por Claudio Antonioli, empresario milanés y cazatalentos, que tomó las riendas de la marca con gran respeto por su pasado y una clara visión de futuro. Su misión es reposicionar a Ann Demeulemeester como marca de moda de lujo, sin dejar de ser fiel a su imagen.