Se trata de uno de los sectores más perjudicados por la distribución de productos falsificados y uno de los que más inciden también en la salud y la seguridad del consumidor. Por eso, la Asociación para la Defensa de la Marca (Andema) y la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) han organizado una jornada de formación dirigida por el Teniente de la Unidad Técnica de Policía Judicial de la Guardia Civil, Miguel Lorite Herrera.
En ella, empresas miembros de las dos asociaciones y titulares de marcas de renombre en el mundo de la perfumería y la cosmética han compartido con los asistentes información sobre los elementos a tener en cuenta para saber que nos encontramos ante un producto falsificado, rutas y lugares de distribución ilícita detectados por el sector privado o sitios web monitorizados donde se esté detectando este tipo de comercio ilícito, entre otros aspectos.
Las falsificaciones suponen la pérdida de más de 2.200 millones de euros solo en España
De acuerdo con los últimos datos de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO, por sus siglas en inglés), las falsificaciones suponen la pérdida de más de 2.200 millones de euros solo en España en los sectores de cosmética, medicamentos y productos farmacéuticos, bebidas alcohólicas y juguetes y juegos.
En concreto, el de la perfumería y la cosmética pierde un 16% de sus ventas anuales por esta problemática, lo que se traduce en casi 1.000 millones de euros al año. En España, hay más de 400 empresas que pertenecen a la industria del perfume y de la cosmética, con 40.000 puestos de trabajo directos y más de 250.000 indirectos, y las falsificaciones destruyen al año 8.000 de esos empleos. Estas pérdidas sitúan a España como 2º país de la Unión Europea más impactado por las falsificaciones sobre la actividad del sector.
Riesgos empresariales y también para la salud de los consumidores
“Podemos estar orgullosos de que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se tomen tan en serio en España la lucha contra las falsificaciones, pues sabemos que detrás de esos productos falsos hay mafias y crimen organizado. La problemática de las falsificaciones no se limita al daño a una marca, como podría parecer, sino que tiene un grave impacto económico, social y de salud”, afirma Val Díez, directora general de Stanpa.
Los perfumes y cosméticos falsos pueden provocar graves riesgos para el consumidor, ya que se trata de productos que se aplican sobre la piel y permanecen durante horas y no pasan por ningún control de calidad ni de seguridad. Las falsificaciones pueden contener ingredientes muy dañinos, que pueden provocar intoxicaciones, dermatitis, reacciones alérgicas severas o manchas irreversibles en la piel. “Que la Guardia Civil nos proteja persiguiendo a estas mafias permite celebrar días como el de San Valentín, regalando perfumes auténticos y pudiendo disfrutar de ellos con confianza. Una sociedad protegida es una sociedad más segura”, indica Díez.
Lucha contra las falsificaciones: online y offline
En esta formación ha tenido especial relevancia la lucha contra el comercio de este tipo de falsificaciones tanto a través de plataformas de comercio online, como a través de diferentes páginas web y redes sociales. Por eso, además de las marcas de perfumería y cosmética, ha participado la empresa asociada de Andema Red Points, que ha dado una visión global sobre la situación actual de las falsificaciones en Internet.
“No podemos obviar que nada menos que la mitad de las falsificaciones que se venden de este sector, se concentran en redes sociales. Es fundamental que el consumidor se asegure de que está adquiriendo el producto en una web de venta legal. Comprar en páginas oficiales es una muy buena opción para evitar que nos engañen”, señala Gerard Guiu, director general de Andema.
Con esta iniciativa, se pretende que los miembros de la Guardia Civil tengan información de primera mano de las empresas y marcas del sector para para hacer frente a este comercio ilícito. Según el Teniente Lorite “la distribución y venta de falsificaciones, además de constituir un delito contra los derechos de propiedad industrial, a menudo se encuentra asociada a otras formas graves de delincuencia. Detrás de este fenómeno delictivo hay verdaderas organizaciones criminales que operan a nivel transnacional con graves consecuencias para la economía y el medio ambiente”.