La colección ha sido diseñada entorno al concepto del sexo, con subcolecciones en moda y complementos de mujer y hombre que desarrollan con tejidos y estampados las temáticas de la privacidad, el pudor y el tabú. Se trata de la cuarta colección de Tiziana Domínguez (directora Creativa del grupo) tras Galicia (2018/19), Wabi-sabi (2019/20) y A Morte (2020/21).
El desfile se desarrolló como una producción audiovisual y propone un recorrido por experiencias diversas que van desde una discoteca con música en directo, al acto de vestirse y desnudarse, hasta una reflexión artística sobre el bondage. El espectáculo incluyó la participación de la jazzista electrónica Camille Mounqup, la poetisa erótica Patricia Rezai, el músico Abraham Cupeiro y el escultor Acisclo Novo.
Los protagonistas del desfile, que se ha celebrado tras la mejora de la situación pandémica en Galicia, han sido modelos no profesionales de todas las edades y tallas que la marca ha seleccionado a través de un casting en redes sociales al que se presentaron más de 1.000 candidatos.
“Diseñamos prendas para vivirlas, no para verlas en una pasarela. Apostamos por un formato de desfile subversivo siguiendo la idea de la belleza más activista y con presencia multidisciplinar del teatro, baile y música. Concebimos la colección de el sexo porque tocaba, no podía ser de otra manera tras lanzar en otoño-invierno diseños basados en la muerte” reflexiona Tiziana Domínguez, directora Creativa de la marca de moda de autor.
La colección primavera-verano está disponible en las 342 tiendas del grupo de moda en todo el mundo y está concebida alrededor del concepto del sexo.
Adolfo Domínguez cuenta con una facturación de 66 millones de euros (ejercicio 2020/21) y más de 1.000 profesionales en 17 países en todo el mundo.