En la reciente crisis sanitaria causada por la pandemia del COVID-19, el textil ha volcado parte de su músculo productivo para elaborar materiales higiénicos, sanitarios y de protección; se trata de un esfuerzo sin precedentes de nuestra industria para abastecer las necesidades más urgentes con la mayor eficiencia, y que ha supuesto un punto de inflexión que ha contribuido de forma decisiva a mejorar la situación sanitaria en España. A pesar de ello, los principales indicadores del textil han evolucionado de forma muy negativa.

Las empresas de la industria textil también han sufrido una reducción significativa en sus ingresos. Dependiendo del subsector, la caída de la cifra de negocios puede superar el 30%, lo que ha colocado a muchas empresas en una situación crítica.

La exclusión de la industria textil pone en situación de desigualdad a estas empresas respecto a otras empresas incluidas en el listado. Todas las empresas de la cadena de valor, sin excepción han sufrido la pérdida de estas ventas, no sólo los de la parte final.

El Presidente del CIE, Manu Díaz, afirma que se debe defender y proteger a la estructura industrial textil por completo dado su carácter estratégico, por lo que se ha instado al Gobierno a una revisión urgente de los sectores incluidos en el paquete de ayudas e incluir de forma inmediata a la industria textil.