La mujer es y ha sido siempre el centro de los diseños de Andres Sarda, y la búsqueda de su felicidad a través de la elegancia y la comodidad es la misión de esta histórica firma de lencería, dirigida hoy por la hija del diseñador homónimo, Nuria Sardá.
Nuria Sardá siempre se ha fijado en mujeres capaces de cambiar un destino que parecía tenían predeterminado por su fuerza interior y su tesón. Las creaciones cuentan con el misterio y la fuerza de su ciudad natal, Barcelona, con influencias internacionales.
“Nos hace mucha ilusión poder colaborar con la Fundació ARED, en este proyecto. ANDRES SARDA siempre se ha dirigido a la mujer, y con esta acción, queremos ayudar a que mujeres en situación de riesgo de exclusión descubran que pueden cambiar su destino, que el poder está en ellas, y que si se lo proponen, nada es imposible.” manifiesta Nuria Sardá, Directora creativa de la firma.
Judit Mascó es la actual Presidenta de Fundació Ared, entidad que trabaja desde hace 26 años para conseguir la integración social y laboral de personas en situación de exclusión social, en su mayoría mujeres procedentes de centros penitenciarios y servicios sociales. El objetivo de la fundación es promover el acceso a la plena ciudadanía de personas en alto riesgo de vulnerabilidad mediante procesos de formación y acompañamiento integral que permitan su incorporación al mercado laboral ordinario.
"Fundació Ared es, desde sus inicios, mujer, formación, inclusión y empoderamiento. Trabajamos desde hace 26 años para ofrecer a las personas que atendemos esa segunda oportunidad que todo el mundo merece. Ared es confianza, creer en una misma, y ganas de seguir adelante. Por eso, nos hace especial ilusión esta colaboración con Andres Sarda, una marca reflejo de un universo femenino muy personal, que ha sido capaz de empoderar a la mujer a través de sus piezas.”
Esta sinergia, se convierte en un gesto que pretende contribuir y dar un paso más en el camino del empoderamiento de la mujer. La ropa interior representa un mundo y tiene en sí mismo un simbolismo que más que nunca se pone ahora al servicio de una fuerza imparable.