En el tejido mismo de Valencia, hay un apellido que ha marcado cinco generaciones y 58 años de distinción en el mundo de la sastrería a medida: Seligra. Desde que Víctor Seligra abriera las puertas de su sastrería en 1965, esta casa de moda masculina ha tejido una historia de elegancia y exclusividad que ha llegado hasta la actualidad.
Víctor Seligra, un visionario de la moda masculina, convirtió su sastrería en un punto de referencia internacional. Durante la década de 1970, su negocio floreció al mismo tiempo que lo hizo su reputación como el sastre de los hombres mejor vestidos de Valencia que se extendió más allá de las fronteras. Fue Vicepresidente de la Asociación Mundial de Sastres y vistió a reyes, dirigentes y hombres de negocios. La discreción era su firma, siendo el confidente y asesor de aquellos que buscaban la máxima distinción.
Amigo y discípulo del legendario Angelo Lítrico, Víctor Seligra colaboró con los mejores sastres del mundo y fundó la Escuela de Aprendizaje de Sastres y Modistas de Valencia. Además, organizó el XXVII Congreso Mundial de Sastres y Modistas en 1997, marcando un hito al ser el único congreso mundial celebrado en España hasta la fecha.
Después del fallecimiento de Víctor Seligra, sus herederos han llevado consigo la llama de la tradición hasta llegar a la quinta generación. Adrián Seligra, actual líder de la marca, comparte: «Seligra como marca nació en 1965 fue mi abuelo el fundador de la misma, es decir yo soy la tercera generación de la marca como tal pero la quinta generación de sastres. Ya mi bisabuelo y tatarabuelo eran sastres, el apellido Seligra lleva muchos años ligado a la sociedad valenciana”.
A la cabeza del negocio desde hace 8 años, Adrián está llevando a Seligra a una «nueva era». La inauguración de la nueva boutique/sastrería marca un cambio de ciclo. Después de casi 50 años en la misma ubicación, Seligra se muda a una nueva tienda de casi 160 metros cuadrados en la misma calle, manteniendo su esencia pero adaptándose a los nuevos tiempos ya que es un espacio muy ligado a la experiencia del cliente donde se busca también atraer al público joven, que será el que haga regenerar la firma y que el negocio siva vivo.
Elementos de la tienda original se trasladan, rindiendo homenaje a la historia, mientras nuevos espacios reflejan la visión única de Adrián Seligra. «Somos los de siempre, pero adaptándonos a los nuevos tiempos y, muy importante, dándole mi estilo y mi esencia», enfatiza.
La transición de Seligra a esta «nueva era» es un hito que no pasa desapercibido. La tienda, la experiencia del cliente y el enfoque hacia las nuevas generaciones son aspectos clave. Un cambio de ciclo que se adapta a las nuevas generaciones pero preservando la esencia familiar del saber hacer. Una fusión perfecta de traducción, innovación y vanguardia para todos aquellos que quieran disfrutar de la experiencia única del arte de la sastrería.
La sastrería Seligra no solo viste a los hombres, sino que los envuelve en una historia de elegancia que continúa su legado en el siglo XXI.